Thursday, September 25, 2008

Losinventores del agua tibia


¿Qué número de constitución es ésta? Ya vamos para la veinte. De acuerdo a la gente del actual gobierno el ayer apesta y es digno de echar a la basura, porque el mundo empieza recién con ellos, aunque éstos se hayan alimentado con la escoria delpasado. En cada encuentro no se cansan de repetirnos que son los únicos, los primeros, los que nunca nunca, y sin embargo ignoran, o se hacen los que ignoran que ellos ya fueron gobierno, aunque desde una supuesta oposición, ubicada en la minoría política, la misma que siempre obtuvo su tajada en la reparticióndel pastel; hasta que un día aprendieron que unidos pueden ser fuertes y hoy están allí, son mayoría e intentan convencernos de que son los salvadores de la nación. ¿Los salvadores de qué? ¿No fue Alfredo Castillo binomio presidencialde Avarito Noboa? Gustavo Larrea fue subsecretario de Bucarán. ¿Cachito Vera, como ministro de educación durante el gobierno de Borja, no fue destituido luego de ser acusado de sobreprecio en la construcción de aulas escolares? ¡Hoy es el súper ministro anticorrupción! El mundo gira al revés. ¿No fue TrajanoAndrade el contratista de tal obra? Virgilio Hernández fue ministro deGutiérrez. ¿No trabajaron activamente Rafael Correa, Alberto Acosta, el sastre del rey Paquillo Velasco, los auto denominados grupos sociales, los miembros de derechos humanos (que hoy sehacen de la vista gorda ante los abusos de su jefe en Carondelet), para sacarde la cárcel al coronel? ¿No lucharon ellos por la amnistía del mismo e impulsaron con entusiasmo su candidatura, caminando codo a codo el país durante el tiempo de campaña, celebrando luego a rabiar en la avenida de los Shirys el triunfo de aquél?

Yolo recuerdo muy bien, yo aspiro payko en las mañanas, hoy más que nunca para no perder la memoria, cuando me restriegan en la cara, y me desvelan hasta elaburrimiento con tanta propaganda oficial. ¡Les conozco bien! Están frescas en mi mente esas interminables reuniones confabulando en la universidad SanFrancisco, en el hospital del cardiólogo, en casa del locutín Velasco, para quitarle el sillón a Gutiérrez, el mismo que les sacó de las sombras con sus errores durante su mandato y les abrió el camino al poder. ¡Cómo pelearon por las vocalías del TSE, del TC, del IESS… ydemás instituciones del estado! ¿No fue Rafael Correa asesor económico dePalacio, no fue él su ministro de economía, no fue él profesor en la San Francisco? ¡Una universidad justo de pelucones! ¿No declaró él mismo a la revista vistazo demarzo del 2006 que ganaba 35.000 dólares al año como profesor universitario? El pez muere por su boca. Veamos sus declaraciones del impuesto a la renta. Empecemos con el ejemplo.

Hay tanto hilo que cortar a fin de no perder la memoria. Nunca ellos tendrán la humildad y sabiduría para aceptar sus errores, para decir: somos también culpables de esta miseria, de este caos que avergüenza a nuestros hijos, a los tres millones y medio de exiliados en el extranjero, ante el mundo. No lo harán, porque esos dos elementos sólo están en los corazones de los grandes transformadores, de los guías espirituales, no en los estómagos y bolsillos deun grupo de fundamentalistas que sueñan con un país pobre y sumiso, justo a lamedida de sus sueños, donde ellos puedan ser reyes, príncipes y no ciudadanos libres e iguales ante la ley. Si la prefecta de Sucumbíos está desde hace nueve meses en una prisión de alta seguridad, acusada de actuar contra la seguridadinterna del país, por qué no se obró igual con las tres muchachas detenidas tras el ataque del ejército colombiano al campamento de las FARC en marzo pasado?Hoy son exiliadas políticas en Nicaragua, gracias a que los grupos de derechos humanos, el fiscal de la nación y el gobierno les abrieron el camino para dejarles en libertad. En cambio, dos campesinos fueron a la cárcel acusados de faltar a la majestad del poder, por el haber dicho a Correa: “oye, no seas vago, bájate de allí y camina con nosotros”. La caravana presidencial que asusta, que da miedo con sus sirenas, sus maniobras, sus autos de lujo (dineros nuestros) se detuvo para detenerlos. El presidente de los pobres dio la orden, no meditó en que ellos, al ser arrojados del camino a los matorrales por la caravana presidencial, se espantaron y de allí sus palabras. “Ven, camina con nosotros”, aterriza, man, aterriza, siente otra vez lo que es ir a pie. Una semana estuvieron enjaulados. Y nadie dijo algo, por miedo, complicidad, o ambas cosas.

La ex colaboradora del régimen, Mónica Chuji, dijo en estos días: “me voy, porque estegobierno es de derecha, mientras yo soy de izquierda radical”. El MPD, el partido socialista, que hoy apoyan a Correa, son de aquella tendencia. Y más allá de que la ex ministra de comunicación abandone el barco antes de que éste se hunda, quienes alguna vez fuimos militantes de izquierda (y de cualquier tienda política) sabemos la verdad de la relación de los miembros de este gobierno con las FARC. Pero nunca se investigará ello, porque entonces rodarían muchas cabezas, desde el ejército, la policía, los políticos (que recibieron dineros ilícitos para sus campañas electorales desde muchas fuentes). Aquí en Baños conozcoa indígenas saraguros, otavalos y gente común enrolados con la guerrilla a cambio de un salario, de empleo que nuestros gobiernos no son capaces de garantizar. No estoy en contra de mi país, no faltaba más. Quiero un país digno, como alguno de los lugares donde yo he vivido y he amado. Respeto tendencias y opiniones ajenas, mas resulta que ahora estoy obligado a callar, porque en nuestro medio es imposible pensar diferente, so pena de ser considerado enemigo, de ir a la cárcel bajo cualquier excusa banal, menos por cuestionar al actual régimen. Hay muchos casos de represión en nuestros días, y son pocos los que se atreven a ir contra corriente, mientras los más débiles prefieren callar o hacer reportajes de la farándula en nuestras tierras tropicales.

El secreto de ciertos gobiernos para mantener su popularidad es buscar enemigos siempre y soltarlos en la arena, como en la antigua Roma, para que la plebe se mantenga ocupada, mientras el César se reparte las riquezas del imperio. Así, nadie pedirá cuenta alguna y cualquier gasto es insuficiente para mantenerse en el sillón presidencial. Viva los inventores del agua tibia. Los gobiernos del mundo dicen: no negociamos con terroristas, pero tienen organizaciones alternas para colaborar con tales grupos. Inestabilidad políticay social significa hegemonía de un sistema. ¿Hubo ingenuidad en las FARC al permitir el rescate de Ingrid Betancourt? De ningún modo. Hubo cambio de estrategia. ¿A cambio de qué ofertas aceptaron entregar a los prisioneros?Nunca lo sabremos si no leemos el nuevo mapa político de ambas partes: el gobierno de Colombia necesita a las FARC para mantener su popularidad, y la guerrilla necesita sus negocios; pero bajo esta ley de la política no se puede aceptar el secuestro, el sicariato, las oscuras redes y negocios del narcotráfico como estandarte de una ideología, y lo peor de ello es que grupos extremistas (hoyen el poder: Mónica Chuji, Betty Tola, el MPD…), acepten y defiendan tales acciones de violencia como un paso necesario para la revolución. ¿De qué revolución hablan?

Hace muchos años dejé de militar en uno de los partidos que hoy en gobierno. Yo recuerdo bien nuestros años de universidad, el camino a seguir hasta la toma del poder, y cuya lucha está relacionada más con resentimientos, egoísmos personales, que con ideología alguna. Buscábamos ubicarnos en algún lado, no importa dónde, cómo o su precio, pero siempre bajo la sombra del poder, pues es estado es demasiado grande, generoso, ciego y obeso para darse cuenta de lo que tiene, aporta o entrega. Basta con presionar un poco, apoyar al gobierno de turno, corrompernos con él y al diablo nuestras convicciones ideológicas. ¿No este el caso de los partidos que hoy están en palacio? ¿No estuvieron el MPD, el Socialismo,Pachakutik, la CONAIE apoyando activamente a los partidos tradicionales durante el nuevo mileño? Aún recuerdo en los años 80 y 90 esas uniones contra natura entre MPD ysocialcristianos para obtener una alcaldía. O el Socialismo con Frente RadicalAlfarista unidos por ganar una prefectura. Yo recuerdo bien a Rafael Correa pedir a todas las tiendas políticas que le auspicien para lanzarse de candidato a la presidencia, luego de sacar pinta en el ministerio de economía. No olvidemos que MPD no lo quiso, tampoco León Roldós, o la Izquierda democrática, la CONAIE prefirió ir concandidato propio; así que él se lanzó sin compañía al ruedo, y ese es quizás su gran mérito: nadie vio en él alguna posibilidad de triunfo y hoy que está en el sillón, él pone sus condiciones ante cualquier alianza. Allí está el líder que ellos necesitaban para caminar juntos y de su mano alimentarse y volverse fuertes, hoy más que nunca. ¡Al fin lo consiguieron! Están en Carondelet gracias alcarisma de Rafael Correa. No, él no debe nada a estos grupos. Él luchó para cumplir sus sueños y sabe que nada le vino gratis. Cuando trabajó con entusiasmo por la candidatura de Gutiérrez él recibió una oficina apenas en elpatio trasero, como asesor económico de un oscuro vicepresidente llamadoAlfredo Palacio, y de ello sacó una gran lección: si quieres las cosas grandes, debes tener grandes proyectos. Fundó su propio partido político, pidió ayuda asus antiguos aliados pero ninguno prestó atención a sus propuestas; hasta que un día su olfato de cazador le dijo: ¡golpea ahora! El escenario político era propicio. El desprestigio al que llegaron los partidos tradicionales fue tan grande que allí no hubo espacio para nadie más que no fuera él.

Cuandono hay enemigos al frente, se los inventa adentro. Y esta receta la aplicóCorrea desde su primer día en el gobierno. Divide e impera. En pueblos no acostumbrados a pensar, a razonar, fruto tal vez de siglos de ignorancia y deser ignorados los lleva a creer que su voto en las urnas vale un foco ahorradorde energía, una funda con alimentos, un bono de la pobreza, subsidios a la harina, un cuaderno para los niños de escuela y promesas, un contenedor lleno de promesas, sobre todo; en tanto tras bastidores se reparte la verdadera riqueza del país con quienes apoyaron activamente (léase con dinero) su ascenso al trono: la construcción de mega proyectos de electricidad, la exploración y venta del petróleo (la gallina de los huevos de oro), las empresas de comunicación, la reconstrucción de carreteras, el manejos de subsidios, y más negocios del estado, sin rendir cuentas a nadie del uso de nuestros dineros. Aquí no hay licitaciones públicas para saber qué empresa ofrece la oferta másconveniente a los intereses de la nación, no hay contralor, no hay fiscalía, no hay intendentes, comisarios, ciudadanos que pidan, que exijan firmes cuentas claras. Al emperador le basta gritar, insultar, o simplemente destituir aquienes no encajan en sus ideales de patria grande, soberana y poner a otro más dócil, menos cuestionador y por consiguiente práctico con sus proyectos de cambio (de dueño).

Silos informes de la ONU indican que en Ecuador el 70% de su población está bajo los límites de la pobreza, un gobernante que entregue limosnas, subsidios ypequeños obsequios a este sector (los conquistadores españoles daban espejos ylentejuelas a los aborígenes del nuevo continente y recibían a cambio oro, plata, inclusive esclavos) ganará en las urnas cualquier elección o referéndum que éste plantee; pero no ello significa que el país vaya por la senda del bienestar común. Todos luchamos por avanzar un paso adelante, por cambiar –para bien- nuestra situación actual, y ello requiere de sacrificios. Muchos dirán: ¿más todavía? Ellos ya han sufrido suficiente. Yo respondo: mientras no aprendamos de nuestros errores, seguiremos tropezando con la misma piedra en el camino. Y es que en estas tierras tropicales a nuestros gobernantes, de cualquier tendencia ideológica, no les interesa un pueblo educado, un pueblo feliz, porque la educación, que es sinónimo de libros, de ansias de conocer y, por tanto, de superación espiritual, conduce a la felicidad, y ésta es una actitud de vida, libre y espontánea, en cada movimiento de nuestros cuerpos. Ser feliz implica responsabilidad con el presente al que hemos llegado nosotros, con el futuro de nuestros hijos (aunqueyo no tengo la fortuna de ser padre) ¡y ello no puede valer un bono de pobreza!Estos gobiernos necesitan un país de mendigos, de vendedores ambulantes, ciudades violentas, carreteras descuidadas, barrios sin agua o sin canalización, la mitad de la juventud trabajando en el extranjero, para mantenerse en el poder. De estos males, ellos siempre echarán la culpa a otros; gritan, insultan hasta sofocarse, en vez de callar y obrar con los ejemplos de los guías espirituales de la humanidad.

La miseria de un pueblo es el reflejo de la miseria interior de sus gobernantes.Es perverso tomar el hambre como plataforma electoral. Es infame aprovechar la ignorancia (o ingenuidad) de su gente para alimentar el egoísmo, para saldar ciertos resentimientos interiores a cambio de destruir una nación. Hoy más que nunca necesitamos luz. Debemos hacer un alto en el camino y darnos cuenta que aéste gobierno le hace bien tener dividida y peleando a su gente, mientras éste se vuelve más fuerte. Nos ha puesto el ring, la arena, como en la antigua Roma y nosotros estamos allí. ¿Cuánto vale para él las lágrimas de un niño vendiendo dulces junto a un semáforo? Aquí no hay espacio para sentimientos. Vale un voto. Igual una anciana a la entrada de la iglesia, o el ejército de desocupados que vagan por las calles buscando trabajo. ¿Es esto lo que merecemos: un país hundido en la desesperación por ver al final del túnel una pequeña luz? Estamos acostumbrados a lo que siempre tuvimos: una farsa llamada democracia; hasta que vino él y con sus ideas de revolución, de cambio nos metió en su bolsillo, empezando por los grupos radicales que siempre estuvierony están con el gobierno de turno. Para ellos, apoyar a Correa fue un golpe degracia en sus proyectos de supervivencia como pequeños grupos dentro del tablero electoral. No les conviene ningún cambio, porque ellos serían losprimeros parásitos en ser echados de ese gran barril, esa cloaca donde abundan toda clase de parásitos, de bichos que se alimentan del trabajo ajeno, de la riquezadel país. Y llega el momento en que son tantos, que el cuerpo no resiste más.El estado es igual a un niño pobre del tercer mundo: pequeño, desnutrido, co nuna barriga inmensa llena de parásitos que lo llevarán a la tumba, antes que desaparecer. Ellos saben que deben estar unidos hoy que tienen el sartén por el mango y pueden freír la carne a su gusto. Al fin les tocó su turno. Nunca llegarán a ser partidos grandes y fuertes, por ello deben estar unidos. Saben que su proyectode país no es real, como la criatura del Frankstein: una unión de partes malolientes de muchos cuerpos, y por ello tratan de ponerle candados a fin de blindarlo ante cualquier intento de modificación, para los próximos diez o veinte años, donde ellos, crecerán y engordarán, igual que muchos parásitos enel organismo, sufrirán varias transformaciones, tal los estados de descomposición del cadáver y luego, al no hallar más que huesos en la caja, se comerán entre sí. Ellos no necesitan luz para vivir, no conocen la luz; viven ycrecen en el mundo de las tinieblas (léase tras el poder), se alimentan con heces y al fin desaparecen. Ah, ¡y qué desagradable es abrir una fosa! Allíasoman los verdugos del cuerpo, reunidos en una esquina, mientras un montón de huesos son testigos de lo que alguna vez fue un cuerpo.

Enel estado, en cambio, hay muchos que son más inteligentes que los gusanos delos muertos: cambian de piel y abandonan a tiempo su presa para aliarse con el siguiente en el gobierno, a quien no combatirán mientras esté dispuesto a compartirles las delicias del poder, aunque sea migajas. Son terribles, comoesas hienas insaciables que caminan largas distancias y atacan en la noche; siempre hambrientos, devoran cuanto hallan a su paso. Y si no pueden cazar, arrebatan la presa a otros animales, o simplemente se alimentan de carroña, que en la jungla hay de sobra.

Todos tenemos rabo de paja. O como dijo un ministro de justicia en época de AlfredoPalacio: todos tenemos un muerto escondido en el armario. Pero ya es hora de enterrar esos cuerpos malolientes, de pensar qué estamos haciendo con nuestro país. Qué hemos sembrado para nuestros hijos, qué ejemplos reciben hoy y cómovamos a reaccionar cuando ellos actúen igual que nosotros. Si el doble discurso, el saqueo descarado y prepotente de las arcas públicas, el insulto,el odio, la torpe división entre buenos y malos es el pan de cada día, no dudemos entonces, no cerremos los ojos ante la clase sociedad que estamos forjando. Estiempo de detenernos si no queremos que un día nuestros hijos nos echen en cara cuanto nosotros les heredemos. Aunque estoy viejo y lleve una vida apacible encompañía de mi madre ciega y mi perro, cuando salgo al pueblo y observo aquello que yo también ayudé a destruir, siento vergüenza. Soy cómplice del caos ydesconcierto que reina ahora en el país. No me atrevo a mirar a los niños y cuando mis ex alumnos me visitan y me piden que les hable del pasado, mas nunca, nunca del futuro, porque este es un tiempo que para ellos dejó deexistir, me das ganas de vomitar. Ellos sólo esperan lo peor, no conocen otra realidad que ésta y no tienen por consiguiente una noción de qué o cómo puede ser mejor.

Ellos dicen: “¡Cuándo cambiará esta mierda de país! ¡Por qué nuestros gobiernos se aferran al poder y luchan como gatos panza arriba por estar siempre allí! No estamos en contra de Correa, si no de su obsesiva manía de querernos llevar al precipicio, de su ceguera, su prepotencia”.

El tipo es infatigable, añado yo. Es fuerte, vigoroso, un semental. Posee tanta energía, mas no ha aprendido a canalizarla hacia los grandes proyectos delpaís. Es como un boxeador con una fuerza demoledora en sus puños (en este caso,en su boca), pero torpe y pesado para moverse en el ring. Y en la vida lafuerza o el tamaño no es suficiente para vencer los desafíos. Cuando los asuntos personales se vuelven política de estado (y los libros están llenos deejemplos) llega la destrucción del país. El tiempo dirá la última palabra, remato yo.

-Eso vale para ti, que estás viejo, no para nosotros-. Me regañan de inmediato.

-Hay un refrán en los pueblos sajones-, anuncio yo para concluir: -El que no quiereoír, debe sentir.

-Vaya pues el referéndum y la revolución ciudadana con los inventores del agua tibia-. Gritamos en coro.