Tuesday, December 11, 2007

DESDE CHINA, CON AMOR



Cuando el coronel Gutiérrez durante su mandato anunció que compraría un avión presidencial, los grupos que hoy están en el poder lanzaron sus gritos al cielo. ¡Como es posible, opinaban en los medios, que en tiempos de vacas flacas, se piense en ostentaciones! Igual ocurrió al intento de comprar una casa en las afueras de Quito para convertirla en sitio de trabajo del presidente, fuera del ruido, la imposibilidad de llegar pronto a palacio por lo congestionada de las calles estrechas del Quito colonial. Hoy, sin embargo, esos mismos grupos callan cuando el actual presidente anuncia con toda seriedad “que se invertirán algunas decenas de millones” para comprar un avión presidencial y dos helicópteros más para sus diarios traslados en el país. Se construye una ciudadela para los asambleístas, habiendo tantos edificios en manos de la AGD, y nadie dice algo.

Él anuncia también que nunca más pisará suelo norteamericano por cuanto las autoridades de migración de aquel país lo sometieron a un chequeo de rutina antes de abordar el avión que lo llevó a China. No es el primer dignatario que debió ser sometido a filtros de seguridad; pues, al contrario de la actitud de nuestro gobernante, quienes igual tuvieron que vivir estas circunstancias, se mostraron solícitos a colaborar con los guardias de seguridad, los mismos que al fin de cuentas, son trabajadores que cumplen su trabajo. Lula da Silva estuvo en similar situación en el 2003, cuando arribó a Nueva York, para la conferencia anual de las naciones unidas. Helmut Kohl, el ex presidente Felipe González...

Siempre ha habido errores de coordinación e información de parte del personal encargado de los viajes de un dignatario, sin que ello haya pasado a ser motivo de resentimientos en ellos. Los aeropuertos norteamericanos son el punto de enlace con sus similares del resto del mundo, y más si se trata de delegaciones que no poseen o no usan sus aviones estatales para viajar de modo directo a sus puntos de destino.



UN JEQUE EN LOS ANDES


A veces, los mismos gobiernos, para dar ejemplo de austeridad a sus ciudadanos optan por viajar en líneas aéreas comerciales, pues hacer lo contrario significa un gasto excesivo para el fisco. El gobierno Suizo, un caso concreto, viaja en Suissair para sus desplazamientos al exterior, acompañado de un reducido grupo de seguridad. Igual sucede con otros regimenes de Europa o las monarquías: cuantas veces hemos visto al rey de España ir a diferentes países con Iberia; al contrario de sus similares de países arábigos, quienes, haciendo ostentación de riqueza y poderío que les brinda sus negocios con el petróleo, viajan en sus jets privados, donde incluyen cuerpos de seguridad, ministros, las concubinas con sus respetivos hijos, preceptores y personal de servicio.

Y he aquí, que nuestro rey anuncia la compra de un avión presidencial, ¡resentido porque en Miami fue sometido a un control de seguridad! Que diremos los demás mortales, quienes en un viaje de Baños a Guayaquil somos sometidos a varios controles de seguridad por parte de la policía y el ejército.


POSTALES DESDE CHINA


Cada persona lucha por lo que cree que está bien. El señor Correa hace lo suyo: fue a China a ofertar petróleo; pero lo que menos tenemos es petróleo. Con apenas el 0.5 por ciento de la producción mundial, sumado entre los alineados con la OPEP y los independientes, la producción ecuatoriana no tiene significado alguno en el contexto mundial. Son 172 mil barriles apenas que se extrae cada día, con tendencia a la baja, de los cuales ¡el 35% lo usamos para su consumo interno! El resto va a EE.UU.: el 60% del balance, y lo demás a países como Chile, Argentina, y en cantidades insignificantes también a Centroamérica; con estas cifras, es irrisorio ir a China a vender Petróleo, cuando hay naciones cercanas, y por consiguiente, con costos más convenientes, como Indonesia o los árabes, que son sus principales proveedores y con quienes tiene contratos de compra por diez años.

¿A qué fue entonces a Pekín? El presidente Correa sabe bien que la extracción de crudo aquí ha disminuido de modo considerable. Petróleo significa ingreso de divisas a corto plazo, sin necesidad de invertir en proyectos de la alicaída producción interna, que es la que genera bienestar en la población a largo plazo, como la industria, la agricultura, las artesanías. Si el ritmo de venta del oro negro se mantiene como hasta hoy, pronto no habrá recursos para mantener y cumplir sus ambiciosas ofertas de campaña, como el aumento del bono de pobreza, regalar uniformes y textos escolares con su nombre y los símbolos de su partido, regalar la alimentación escolar, (que es muy importante para la población con menos recursos, siempre y cuando no se use ello para sus intereses partidistas), estar al día en los pagos a las ramas militares y de seguridad; igual el numeroso gremio de la educación, incluido los 12.mil nuevos profesores; las instituciones estatales, el IESS, los ministerios, (que en su mandato son muchos), los asambleístas, los cuerpos de apoyo reclutados por el gobierno; en suma, la clase media para arriba con demasiados privilegios y para quienes siempre estará bien –con cualquier gobierno- mientras reciban su cheque cada fin de mes, frente a aquellas (o) que no dependen de institución alguna, sino de su trabajo.


SIN QUESO NI JAMÓN


Estamos en crisis de producción, de ello no hay duda. Hasta octubre del 2007 hay un balance de US$ 650 millones favorable al Ecuador entre las importaciones frente a las exportaciones, de acuerdo a los últimos informes del gobierno. Tales cifras serán vendidas por éste como una señal de que la economía va por buen camino. En cierto punto, tiene razón: qué familia o país no quiere vender más y comprar menos: pero las autoridades no avisan que nuestras exportaciones han disminuido el 15% en relación con los valores del 2002, al 2005. En cuanto a las importaciones, ello se debe a que el consumo del mercado interno ha caído también de modo considerable.

Si no hay dinero en el bolsillo, ¿qué se compra? Las familias –en tales épocas- tienden a ahorrar, las que pueden; mientras las demás anulan de sus rubros y de manera paulatina algunos gastos. Si antes se tenía en la mesa pan, frutas, jamón, mermelada y huevos para el desayuno, se descarta uno a uno estos productos, hasta quedar el pan y el jugo, si hay suerte. Ello, por cierto, no se mira desde afuera. Nadie sabe las intimidades de una familia, pero esta situación afecta considerablemente a la larga cadena de producción interna y al final en la economía nacional. El desarrollo de las exportaciones e importaciones –desde este punto de vista- es el barómetro que indica cuán saludable es el estado de la economía.

Todos quieren vender, pocos compran; entonces, ¿para qué invertir más? Los movimientos en falso desde Carondelet, junto al show de la mayoría asambleísta han causado serios estragos en el desempeño económico del país. Las empresas –grandes o pequeñas- han comenzado a despedir personal, conservando el mínimo indispensable, hasta ver qué ocurre con las decisiones desde ciudad Alfaro y su colegislador (el gran jefe cara pálida) el presidente Correa. Pequeños talleres de confección, tiendas de artesanías has dejado de producir. Muchos almacenes entregan sus locales porque no pueden seguir trabajando sólo para pagar arriendos, si tienen suerte.

Estos fenómenos no se puede percibir desde la comodidad del sillón presidencial o desde una sala se sesiones, cuyos miembros reciben salarios igual a los ex diputados. (El carroñero Paco Velasco argüía en su emisora, el 26 de noviembre: ¡lo merecen! (le faltó decir: hijueputa), porque ellos tienen que dejar sus casas e ir a buscar dónde alojarse en Manabí. Hay muchos compañeros que están quebrados, que gastaron sus ahorros en las diferentes reuniones previas a la asamblea: EL GOBIERNO NO HA DADO UN REAL PARA LA MOVILIZACIÓN DE LOS NUEVOS ASAMBLEÍSTAS. A Loja fuimos con nuestra plata, y es justo que recibamos esos honorarios. ¿Les creeré? Trajano Andrade, el gran empresario, ¿dejará sus negocios y avionetas privadas para movilizarse en bus largas distancias, comiendo caldo de hueso con fideos y arroz con lentejuelas? Rolando Pachana, las bellezas que adornan la asamblea, Avarito Noboa, Gilmar Gutiérrez, Martita Roldós, Alberto Acosta, el corchito Cordero, el mismo Velasco son tan pobres que merecen ganar US$ 3.200, más viáticos, gastos de representación, de vivienda… alcanzando la fría suma de 4.150, mientras el 75% de la población activa del país que no tiene dependencia alguna con el estado recibe un salario mensual inferior a los doscientos dólares; muchos no llegan a 100 (los he visto aquí en el Puyo) mientras los demás no tienen trabajo. ¡Viva la revolución ciudadana!

Los bancos registran una considerable disminución de movimiento de capitales. La inseguridad provoca un alza de las tasas de intereses, y al mismo tiempo, se reduce los montos de préstamos, igual el tiempo de pago, afectando con ello a quienes dependen exclusivamente de créditos para la compra de materias primas (que son mayoría). El alza de aranceles para las importaciones sólo provoca especulación y contrabando; por lo que, la competencia desleal (o legal) destruye la producción interna con precios bajos y cantidad: si no hay incentivos para los pocos productores del país, traducido en capitales frescos con tasas de interés y tiempo de pago razonables, siempre será más barato importar que producir aquí, ya que la incertidumbre política es el peor enemigo del mercado.

Sin embargo, esta depresión económica, no afecta en modo alguno –hasta hoy- a esa clase llena de privilegios, autodenominada progresista, de izquierda o de derecha, que lucha y luchará de cualquier modo y posición por mantener su estatus –a costa de los demás grupos sociales. Un amigo me amonestó: ¿Crisis? ¿Para quién? ¡Vivimos una revolución socia! No entendí lo qué quiso decir con ello; más, de cualquier modo, este oscuro profesor de literatura en la universidad de Ambato, recibirá su cheque al fin de mes. Por tales individuos, el señor Correa se afana en rebuscárselas de donde sea para conseguir tales ingresos económicos, a fin de tenerlos de su lado, porque lo contrario significa su caída, igual que los gobiernos anteriores.


NEGOCIOS CHINOS
Se entiende, por tanto, su viaje a Pekín; aunque, tengo entendido que no fue allá a hablar de negocios con el primer ministro chino; quien por cierto, tiene demasiados asuntos internos que resolver: con una población 112 veces más grande que Ecuador, difícilmente podremos imaginar los temas pendientes por discutir cada jornada. Los asuntos comerciales se habla directamente con las transnacionales; Anden Petroleoun, por mencionar un nombre, tiene su Matriz en Shangai, una oficina de negocios en New York y su representación en Quito. Bastaba ir el señor Correa a las oficinas de aquí, o decirles que le visiten en palacio, ya que tales empresas, constituidas con capitales de distinto origen, aparte de pagar los impuestos de ley, no dependen de gobierno alguno, (salvo las que están constituidas con dineros nacionales), porque éstas son como mini estados que manejan presupuestos más grandes que el de muchas naciones juntas. Es como si una empresa china quisiera comprar banano: no hará un viaje a Ecuador para hablar con Rafael Correa, sino que se entrevistará con Álvaro Noboa. Si quiere petróleo negociará con las transnacionales operando en suelo ecuatoriano, o con el mismo señor Correa, en el caso de Petroecuador; sólo que Anden Petroleoun es una empresa de origen chino, con capitales foráneos, que opera en 32 países de diferentes continentes.

El encuentro de dos mandatarios, en este caso, es un show apenas; aunque se puede aprovechar para pedir créditos de gobierno a gobierno con el objetivo de financiar la construcción de grandes proyectos; en cuyo caso, serán las propias transnacionales sus ejecutoras. Las inversiones directas, en cambio, dependen del interés que muestren los dueños de capitales, de acuerdo a su especialidad, frente a las condiciones y tipo ofertas que brinden los países necesitados de recursos para inyectarlos en el aparato productivo. La firma de tales convenios, visto así, es como un acta de cumplimiento entre el gobierno ecuatoriano y las empresas –de cualquier nacionalidad- que será respetado por ambas partes.

No son grandes negocios los que Ecuador puede ofrecer a China: el capital fluye generoso a aquellos sitios donde le brinden seguridad y altos rendimientos; en cuanto al reparto de ganancias que genere la inversión depende por cierto de la capacidad de negociación entre las partes; pero, sobre todo, de la responsabilidad y transparencia (frente a la población) con que actúe el gobierno. Da lo mismo Pakistán, Bolivia o Nigeria: hay tantos países que requieren y piden inversión extranjera, pero ésta irá donde le ofrezcan reglas claras de juego y buenos dividendos; aunque, por lo general, terminan imponiendo sus condiciones y márgenes de ganancia. De ello no hay duda. Los acalorados discursos de tarima para conseguir votos o adhesiones es demagogia pura, que se aprende en un curso rápido de oratoria denominado: cómo engañar a las masas.

No fue el señor Correa a vender bananas. Filipinas provee a China suficiente de ellas. Además, si tomamos en cuenta el punto de vista estratégico comercial, el arribo de productos agrícolas es más rápido desde Manila que desde Ecuador: para enviar bananas o mangos por barco desde allí se necesita un día; desde ecuador, en cambio, dos semanas. He ahí la relación de costos y tiempo. Si es flores, el país de Confucio está exportando actualmente toneladas de ellas a Japón, Corea, Rusia, y se espera en dos años invadir tierras europeas. Vietnam, Tailandia, Camboya le ofrecen productos de mar. Grecia, Perú: le entregan plata. Chile cobre. Ecuador no es el único país que cultiva bananas, flores o mangos. Hay decenas de naciones que ofertan esto y mucho más. ¿Qué les vendemos, entonces? Quizás las aletas de tiburón, que en otros lugares es prohibido pescar –incluido la pesca incidental, y cuya sopa es una delicia, junto a otras aplicaciones en la medicina oriental, o sus efectos afrodisíacos.


DESDE CHINA CON AMOR


Decir que desde Shangai o Pekín habrá una conexión aérea directa con Quito, es más que un disparate. China airlines tiene vuelos directos desde Pekín, Shangai y Hong kong a cuatro ciudades de América del norte: New York, Los Ángeles, San Francisco y Toronto. De allí al resto de destinos trabaja a través de conexiones con empresas locales. No hay vuelos directos a Brasil o Argentina. Recién el próximo año se inaugura dos viajes por semana a ciudad de México. Lan Chile llega a Shangai pero con dos escalas.

Desde el punto de vista comercial, una ruta a Quito desde cualquier lugar de Asia es improductiva, cara, larga y tediosa. Ecuador jamás será una puerta de ingreso para vuelos directos entre ecuador y China, primero porque hay sitios más rentables: como Río de Janeiro, Buenos Aires, Caracas, con mayor demanda de pasajeros y mejores estructuras aeroportuarias, frente al nuevo que se está construyendo en Quito; el mismo que es igual al de una ciudad pequeña en EE.UU. o Europa. Hay aeropuertos que son veinte o más veces el tamaño que el de aquí, con innumerables pistas de aterrizaje, salas de partida, bodegas para las mercaderías que salen y las que arriban, hoteles (sin tener que cruzar migración).

En algunos años, las fotos del ex presidente Correa con la muralla china de fondo, o con los edificios futuristas de Shangai, las podrá enseñar a sus nietos un día. “Cuando yo fui presidente”, dirá con orgullo, cuidando de no dejar caer su dentadura postiza, o su peluca, “me fui a China”. Alguien debería controlar los viajes de nuestras autoridades. ¿Cuál es el criterio que se maneja para ir otros estados? ¿A quién rinde cuentas el presidente de la nación o los miembros de su gobierno de tales desplazamientos? ¿A quién informa de lo alcanzado allí? ¿Cuántas personas le acompañaron y quién financió sus gastos, dónde están las facturas completas del viaje? No sólo hay que hablar de cambios, hay que actuar con ejemplos a fin de la población en pequeños detalles compruebe la integridad de sus gobernantes. Es fácil decir a la prensa: me fui a estrechar lazos comerciales. Firmé innumerables acuerdos de cooperación. ¿Qué acuerdos? ¿En qué se traducirá en corto plazo y mediano plazo tales convenios?

Aceptemos que el viaje del señor Correa fue indispensable. El mundo actual es dinámico y de negociaciones bilaterales directas; entonces, si nuestro presidente negoció los campos petroleros de la región amazónica, ¿bajo qué condiciones lo hizo? Soy ecuatoriano y tengo derecho a saber quiénes administrarán nuestros recursos y cómo; pues es muy conocido que las empresas chinas e indonesias dedicadas a la actividad petrolera y demás ramas de la minería, son verdaderas depredadoras del medio ambiente. Explotan hasta la última gota del oro negro o la última onza de minerales preciosos y luego se van, dejando tras ellos selvas destruidas, campos y ríos contaminados. Las demandas de indemnización de parte de los países afectados son frecuentes en tribunales internacionales, igual a la Texaco, o la Shell, que hoy tienden a cambiar de nombre para suavizar su imagen comercial entre la población.

Es inútil pedir un informe de los condicionamientos que toda negociación guarda en el fondo, aquello que no se habla públicamente pero que están allí. Hablemos de las famosas comisiones que las empresas dispuestas a invertir entregan a quienes son los encargados de firmar los contratos de un país. Este asunto es delicado y nunca se habla. El coronel Gutiérrez vino con muchos obsequios de su viaje a China y Taiwán. ¿Recuerdan unos escándalos a causa de ello durante los primeros meses de su gobierno? ¡Cómo puedo olvidar ello! Igual el actual presidente vino con algunos regalos. ¿Le habrán dado porque impresionó con sus ojos a las frágiles y hermosas damas chinas?

Entregar un obsequio antes de una negociación es preparar el terreno hacia el soborno; por consiguiente, quien lo recibe, llega a la mesa, debilitado y por tanto, en desventaja. Aún así, el hecho mismo de dar o recibir algo antes de una transacción ya lleva un alto grado de inmoralidad, tiene y huele a corrupción. Se me dirá que Bush obsequió a su par inglés un pony blanco, o que Margaret Teacher llevó a Reagan un reloj de mano perteneciente a su abuelo: estos casos fueron acciones a título personal y ante a los medios, y no de una empresa a un presidente; acto medieval que en países desarrollados desapareció hace mucho tiempo.

A veces, dependiendo del grado de corrupción de ciertas naciones, las mismas transnacionales costean los gastos de movilización de determinadas autoridades o representantes hasta el sitio donde, a puerta cerrada, se llevará a cabo los contratos. Tales comitivas viajan con boletos de primera clase, gastos, noches de diversión con los mejores brindis, mujeres contratadas y pagadas de modo exclusivo para satisfacer los gustos de la delegación. Ello no es nuevo tras el mundo formal y solemne de la diplomacia y de los grandes negocios; no me interesa la vida privada de una autoridad, mas añadiré que en sus viajes también hay tiempo para la diversión. Y está bien. Sólo que en el caso anterior, está en juego la firma de jugosas transacciones. ¿Qué significa gastar (léase invertir) -digamos 100.000 dólares- en una comitiva, cuando cerrar un negocio representa a la empresa miles de millones en ganancias?


POSTALES


Cuando escuché las palabras del señor Correa, acerca de entregar la base de Manta a consorcios chinos, me pregunto ¿cuál es la diferencia entre ellos y los norteamericanos? ¿A cambio de qué será ello? ¿Dejará de amenazar a medio mundo, aún a sus seguidores, de gritar y buscarse nuevos enemigos para mantenernos distraídos, en vez informar sobre este asunto, que es muy importante para los ecuatorianos? Es conocido que dichos convenios son top secret, aún cuando lo haga, jamás sabrá la población el fondo del contenido, sino apenas la imagen superficial de aquello que las partes se empeñan en pintarnos como bueno y conveniente; aunque a veces no es ni lo uno ni lo otro para los intereses de un país, porque las empresas siempre invierten para ganar, sin consideración alguna de los otros.

¿Por qué no levantan su voz los grupos que hoy son gobierno y que en tiempos pasados se opusieron a ello? Griten ahora. Tomen las calles y amenacen con tumbar al gobierno por traicionar a la patria. No lo harán. Lo que antes estaba mal para ellos, hoy está bien. Ciegos y en manada seguirán las instrucciones de su líder, caerán en sus chantajes de niño malcriado y consentido, antes que actuar con transparencia e independencia para escribir la nueva carta magna.

¿Bajo que condiciones se está negociando la concesión de los campos petroleros? ¿No era lo más lógico convocar a una licitación pública a fin de ver cuál es la mejor oferta, la más conveniente a los intereses del país? Se debe elegir una empresa que tome en cuenta una equilibrada repartición de ganancias con el estado, que reinvierta sus dineros aquí, que pague impuestos con cifras claras de inversión -y ganancias que generen sus operaciones en el país. Que posea elevados estándares de respeto al medio ambiente y también de recuperación de los lugares afectados durante y luego de la explotación.

Muchos gobiernos corren tras las grandes compañías en busca de inversión, pero el capital no tiene nacionalidad: llega donde le ofrecen garantías de cumplimiento de contratos, donde la intervención del estado en asuntos internos de la empresa sea mínima y la repartición de ganancias que su actividad genera sea generosa. Hay muchos estados que aceptan cualquier cosa con tal de atraer la inversión foránea o de recibir créditos, pues ello representa en el corto plazo ingresos fiscales y una garantía de poder cumplir ciertas metas económicas. El caso del economista Correa es patético, por decir menos, en estos momentos. Hay muchos ofrecimientos de su parte y poco dinero. Y ello se puede convertir en un golpe bajo si no soluciona antes el problema de la estatal petrolera, sino recupera ésta los niveles de producción del 2005, al menos; lo que resulta casi imposible por ahora, ya que los regimenes anteriores poco o nada hicieron para invertir en nueva tecnología, en ampliar la explotación, comercialización y búsqueda de nuevos mercados.

Entregar el manejo de esta actividad a la armada nacional, es casi una patada de ahogado. El presidente afirma que “un grupo personas no puede sabotear la riqueza de la mayoría de ecuatorianos”. Pero resulta que esta mínima cantidad de ecuatorianos, son los que sufren las consecuencias de una explotación petrolera sin respeto al entorno natural, son los que beben el agua contaminada y no gozan de los beneficios que provee el petróleo. Ellos no reciben los US$ 4.150 de los asambleístas, más los seis mil de bono navideño. En sus tierras fangosas no se construirá otra ciudad Alfaro, tampoco reciben los sueldos que el gobierno paga a sus “brigadistas” (hoy vigilantes de la asamblea).


LA PLATA YA ES DE TODOS…LOS DE ARRIBA


Los últimos ahorros del país se están derrochando de manera inmisericorde en costosas campañas electorales, movilizaciones, gabinetes itinerantes (hasta en ello somos folclóricos. No imagino al gobierno sueco sesionando cada fin de semana en diferentes ciudades pequeñas, con canal de televisión propio e insultando ante los micrófonos desde una emisora). Se gasta sin informe previo, sin rendición de cuentas a nadie, porque el dinero ya es de todos…menos de esos terroristas que exigen al mandatario cuanto les ofreció en tiempos de campaña electoral: luz eléctrica, agua potable, carreteras para poder sacar sus productos y tal vez, algún puesto de trabajo en las mismas petroleras.

En vez de cumplir su palabra, el rey de un país pobre y sin ley vigente, ha enviado a sofocar las protestas con bayonetas y fusiles del ejército, el mismo ejército que hace doce años nos dio días de gloria y hoy, a falta de enemigos, sale a golpear a la población, entra a las casas y la saca a patadas para conducirla hasta oscuras mazmorras, donde tortura y crueldad son acciones comunes, ¡cuando creíamos superados esos tiempos de barbarie!

Un gobierno débil se apoya en las fuerzas de seguridad, no en la razón ni en el diálogo. Su amenaza del sábado 8 de diciembre a los asambleístas de renunciar si éstos interfieren en las decisiones del ejecutivo contra los habitantes de Dayuma, es una acción infantil, de las tantas que debemos soportar, que raya en lo circense; igual cuando presentó su mandato a disposición de la recién instalada asamblea (gobiernista): el dueño del circo pone su corona ante una corte de monos, leones y hienas; pero si él se va, ¿quién los alimentará luego con carroña?



NO SON SIEMPRE LOS DEMÁS


¡Hay tantos gastos y no hay dinero! Un país que produce es dinámico, activo, no depende de una actividad apenas, sino que todas son un complemento del gran aparato productivo que genera trabajo, y ello riqueza que se transforma en bienestar entre la población. El gobierno actual sabe que hemos perdido mucho terreno en calidad y competitividad. Cada vez somos más dependientes de productos importados. Vayamos a los mercados y constataremos: uvas, manzanas, mandarinas, naranjas de Chile. Papa, cebolla peruana, tomate de árbol de Colombia. Ropa de Brasil, de China, de EE.UU. El artesano es un adorno que luce embalsamado en los patios y mercados: joyería y bisutería vienen de Asia, de Perú, Brasil, México. Importamos trigo, maíz, vidrios, licores, telas, hilos…

Durante mi último viaje a Otavalo, quince días antes de las elecciones de asambleístas, mi madre quiso ir a la feria de Ponchos; mientras caminábamos y dialogábamos con un amigo por los puestos, se desató gran revuelo entre los vendedores, no puedo decir artesanos, porque constaté que lamentablemente la mayoría de productos vendidos allí eran de procedencia extranjera. Los anacos que lucen las mujeres indígenas son de origen italiano e inglés. Sus hualcas son de origen hindú. Las blusas se confeccionan con telas importadas. Al ver las banderas verde limón pudimos entender de qué se trataba: el líder de esa tienda política estaba en plena campaña electoral. Arrastrados por la curiosidad mi madre, decidimos acercamos a escuchar un poco de su discurso. El señor Correa, sonriente e impredecible, astuto y persistente, cubierto con esa aureola que le confiere el poder, y no solo ello, sino también con la seguridad de sus palabras, sus poses de víctima e ínfulas de salvador, despierta al instante las pasiones más profundas de la población que ha sido constantemente traicionada.

Recuero que él preguntó a los dirigentes indígenas, cuáles eran sus problemas para así poder ayudarles a encontrar una solución: -¡La competencia desleal de los comerciantes peruanos!-. Exclamaron al unísono. -Ellos son los culpables para que la Plaza de Ponchos no sea lo que fue antes-. El presidente, por su lado, ofreció tomar en cuenta este asunto. -Con la asamblea vamos a fundar un nuevo país, compañeritos-. Concluyó, y fue a reunirse con el alcalde de allí.

Este asunto para él tal vez no fue más que un simple discurso de campaña, pero los habitantes tomaron muy en serio sus palabras: en cuanto Correa ganó la asamblea, éstos empezaron a acosar a los negociantes del país hermano, al extremo de tomarse la ciudad, exigiendo al alcalde que dichos negocios sean clausurados y sus dueños deportados. Ignoro en qué terminó este asunto, pero debo decir que en tiempos de oscuridad social, siempre hallaremos culpables de nuestra desgracia. El presidente mismo se encarga de recordarnos cada día: es la banca corrupta, la prensa malvada, los pelucones, los empresarios, la gordita horrorosa, mama lucha, la partidocracia, el congreso, los tribunales de justicia…siempre los demás, nunca él.


Wednesday, December 5, 2007

LO MACABRO COMO POLÍTICA DE ESTADO


La historia nos enseña que no hay regreso en el tiempo, sino una repetición de sucesos hasta nosotros hayamos aprendido lo suficiente como para no volver a equivocarnos. Nuestras viejas camisas ideológicas en el ropero representan un espacio donde cabe apenas la nostalgia frente a un mundo real, dinámico y globalizado; mientras que en ellas hay un olor a momia, a complicidad y también a obediencia.

No ignoro que un sueño convertido en obsesión puede cambiar nuestra rutina de modo radical; mas, si nuestras convicciones socialistas de juventud tuvieran aún vigencia, no estaríamos leyendo con tristeza en los libros la desaparición de la URSS, la caída del muro de Berlín, (tampoco tendría en mi estudio un pedazo de mármol de allí, que a veces le paso barniz para mantener su brillo a fin de asombrar a mis visitas), Camboya sería una nación próspera de la mano del Rotes Khmer, Vietnam no habría sellado un pacto comercial con EE.UU. en 1997; Mercedes Sosa, Alberto Cortés, Violeta, Victor Jara, Ana Belén, Joan Baez ¡serían los mismos de entonces!

El mundo que tenemos es el mundo que nosotros también hemos labrado. Y allí no hay espacio para sentimentalismos: es, simplemente. Convicción ideológica, o realidad: nuestra euforia de juventud terminó en el estómago. Debimos sobrevivir, adaptarnos, cada cual a su modo, o desaparecer. Fuimos camaleones, avestruces (de acuerdo a la circunstancia); algunos en cambio evolucionaron hasta convertirse en temibles depredadores. Los conozco bien. Los vi en las manifestaciones a favor de Gutiérrez, cuando éste se tomó el congreso en el año 2000; luego trabajaron con entusiasmo por su candidatura y celebraron unidos su triunfo en las elecciones del 2002. Estuvieron en el gobierno del coronel, los vi ser echados a patadas del Carondelet, cuando éste decidió aliarse con la ID (que hoy apoya a Correa) y el PSC. Se disputaron después a mordiscos las vocalías del IESS, del consejo supremo de justicia, del TSE, del TC, (donde obtuvieron estratégicas concesiones del gobierno de turno a cambio de sus votos, como no desaparecer del mapa electoral al no conseguir en dos elecciones consecutivas el 4% del total de votos a nivel nacional).

A principios del 2006, le dieron la espalda al entonces candidato Correa, porque que no confiaban en sus opciones de triunfo, así de simple; sus cálculos electorales fue ir separados en la primera vuelta, a fin de conseguir la mayor cantidad de dignidades seccionales a nivel nacional, para -en la segunda ronda- apoyar al hermano lelo, quien hasta entonces (mayo del 2006) brillaba como seguro ganador de la presidencia; mas en cuanto Correa comenzó a repuntar en las encuestas, ellos hicieron de nuevo sus números y, una vez terminada la primera vuelta, se pusieron a órdenes del segundo finalista en la contienda electoral, y hoy presidente, para sellar un pacto con sangre -hasta llegar a Carondelet.


Fueron el MPD, el PS, los foragiles, (que apoyaban antes a León Roldós), Pachakutik, la CONAIE, los temibles sindicatos de las empresas estatales, los médicos, los profesores, los escritores…pero no fue a cambio de nada: Correa ofreció lo exacto a cada sector social, dijo lo que ellos querían escuchar y de este modo se los puso en su bolsillo. Su movimiento, al principio, fue un reciclaje de gente que estuvo junto a él en la confabulación contra Gutiérrez desde la vicepresidencia, donde fue un oscuro asesor económico, y después quienes lo apoyaron durante su fugaz e intrascendente paso por el ministerio de economía: la envejecida y mañosa izquierda del país, los viejos zorros del escenario político, que le ayudaron a abrir espacios, puertas y a tender lazos con otros perdedores (en los comicios) que siempre se aliaban con el gobierno de turno desde su posición ambivalente: los grupos que estaban con el ex candidato Frank Vargas, con Bucarán (muchos fueron parte de su gobierno); se la jugaron por Jamil Mahuad, sacaron de la cárcel a Gutiérrez y apoyaron luego su veloz carrera a la presidencia. Fueron y son: Pedro Saad, Alexis Ponce, Freddy Ehlers, Ayala Mora, Alfredo Castillo, Paco Velasco, Carlos Vera, Mauricio Gándara, la familia Guayasamín, Raúl Vallejo, Rodrigo Borja, Trajano Andrade, Gustavo Larrea, Alberto Acosta, el corcho Cordero, Nina Pacari, Virgilio Hernández, Pedro de la Cruz, … Y de allí en adelante fue un solo de guitarra para Correa.

Hoy Ecuador es un país donde los zombis (o cadáveres vivientes) hablan de esperanza, y en su entusiasmo cometen los mismos errores que el resto de momias ocultas en nuestro ropero; mas, ¡qué podemos esperar de ellos, si no son capaces de respetar siquiera la última voluntad de su guía espiritual! Es que lo macabro se volvió durante los últimos días de diciembre en el mejor medio de publicidad para vendernos sus sueños de perro. La sangre mueve la venta de ciertos medios sensacionalistas. Las fotografías de cuerpos descuartizados en media vía, o remendados en la morgue, las violaciones, la pornografía alimentan el morbo de mucha gente, no sólo aquí, sino también en el mundo; mas nunca imaginé que en el gobierno actual la necrofilia pueda ser elevada a instrumento político para conmover las masas y lograr adhesiones a sus proyectos, con un impresionante derroche de recursos económicos, que raya en la ostentación, propia de países pobres y sin brújula alguna.

¿Cómo pudieron los descendientes del Viejo Luchador permitir que se profane su tumba y no solo ello, sino también el desmembramiento de sus restos para cumplir las pretensiones de ciertos personajes enfermos con el poder? Paz para los muertos y respeto a su memoria, si ésta aún nos ilumina con el brillo de sus enseñanzas, es lo mínimo que un cadáver (si tuviera voluntad) puede esperar de nosotros. ¿Quién decidió: esta pierna se queda en Guayaquil, esta mano se va a Montecristi, puesto que la otra reposa en Quito? ¿Qué se mete al horno para su cremación y qué se salva? Dejemos su cabeza. No. Quememos mejor sus piernas y pongamos sus cenizas en la urna de vidrio, para simbolizar que sus ideales nos acompañan en nuestra revolución ciudadana.

Bien sabemos que la tumba fue profanada varias veces en el pasado; algunos quisieron tener su cráneo como cenicero en la parte central de sus bibliotecas privadas; otros intentaron borrar cualquier vestigio del ex presidente, ya que su paso por la tierra generó pasiones extremas en la población de finales del siglo XIX y principios del XX, y consecuencia de ello es que sus huesos se hallan repartidos en tres tumbas, (ahora en cuatro). Ignoro qué partes de él guardan los dos conventos de Quito, o qué estaba en Guayaquil. ¿No fue suficiente para los bisnietos, que Eloy Alfaro haya sido arrastrado por una turba enloquecida y luego echado al fuego, para permitir tal acción, que raya en la demencia? Los honores militares y más solemnidades, por cierto que la memoria del general lo merece; pero, ¿no habría sido mejor, si tanto querían honrar su memoria, reunir sus huesos en un lugar y dejarlo –al fin- descansar en paz, respetando su última voluntad, expresada en su testamento, donde pide ser sepultado en Guayaquil?

El general Alfaro es un alma en pena. Y así seguirá mientras se use su nombre, o sus huesos en actos públicos, por parte de un grupo de fundamentalistas que se creen los salvadores.

Friday, November 30, 2007

DANZA DE HIENAS


Quienes hoy están en el poder, intentan olvidar que hasta hace poco estuvieron tras el poder. Afirmar que la vieja partidocracia se halla en extinción (palabras del camaleón Gustavo Larrea, ex subsecretario de Bucarán) es ignorar que el estado actual de caos en el país, el estigma que ellos se empeñan tanto en hacernos odiar, tiene también su firma. Igual nosotros. Todos somos responsables en alguna medida de la pestilencia que se respira hoy en el ambiente, y que a muchos les parece agradable. El partido de gobierno actual sabe que se halla ante a una población de mentes reducidas, aunque de buena fe (¿de qué sirve ello?), cuyo cerebro no recuerda ni nombres ni rostros.

Son tiempos de desconcierto social y por tanto, espiritual. Los estragos de “la oscura noche liberal”, frase del economista Juan Rodríguez en su libro: El Desencanto del Tiempo, recién empieza para Ecuador. Afirmar que todo estuvo mal, hasta que llegué yo es ignorar que también yo me alimenté de esa miseria que mi organismo aún digiere, que fui peón del sistema social que tanto odié (supuestamente), pero me acomodé y dejé pasar el tiempo tratando de brillar justamente allí, en medio del estiércol, y que mis palabras, mi luminosidad está salpicada de esa podredumbre.

Si miramos sin extremismos el mundo que nos rodea, llegaremos a la conclusión de que hemos cometido demasiados errores; fracasamos en tantos proyectos que, que llevarlos a cabo, nos habrían conducido a tener una sociedad más justa y equilibrada, lo cual habría evitado la aparición –cada cierto tiempo– de caudillos con pretensiones mesiánicas, de desplazados ideológicos que no aprendieron a sembrar, sino a destruir cuanto hallan a su paso.

Aún así, hay muchas cosas que hicieron placentera la vida. Hay nombres, fechas, lugares, colores, días de luz y de agradables anocheceres. Un visionario: Eloy Alfaro. Un rey, prisionero del oro: Atahualpa. Una playa donde amé y fui amado: Pedernales. Días de gloria para la nación: Andrés Gómez alzando el trofeo de Roland Garros en París. Imágenes imborrables que me acompañan en mi retiro: Jefferson Pérez retorciéndose de dolor en el piso -con sus piernas acalambradas- luego de cruzar la meta; un gol del Tin Delgado en Perú; los ojos negros y grandes de mi novia, los mismos que hoy son tierra, agua, la luz primera en el río y en el Tungurahua que no me asusta más con sus rugidos, porque es el lenguaje que los viejos entendemos. No todo estuvo mal, debo reconocerlo en mis atardeceres junto al volcán.

Hasta que llegó una camada de hienas hambrientas, ansiosas de carroña y de poder, que mean en cada esquina para señalar sus territorios, que vomitan su saliva maloliente y ácida a los ojos de los rivales para alejarlos de sus presas: “¡Ea, ea!”, berrean entusiastas, sin lograr contener la bilis de sus gargantas. – ¡Aquí estamos de nuevo! –.

Comerán lo que hallen a su paso; la carne, mientras más putrefacta, es más agradable a sus hocicos. Sus colmillos relumbran con cada bocado, cae espuma de sus labios manchados con sangre. Sus ojos tienen la luz del infierno (pues en el fondo de sus corazones son cristianos). Están poseídos con el fuego de la venganza, de sus pequeños resentimientos animales. Saben que son muchos y que pueden imponer su ley, sin oír más rugido que el de la hiena exploradora, el macho insaciable y alborotador que controla los movimientos de la manada. Se sienten invencibles, indispensables en esta corta cadena de la vida. Hacen largas caminatas tras las huellas de sus víctimas para actuar en la noche, cuando éstas descansan; y allí, entre aullidos, mordiscones se disputan la presa -hasta dejar sus huesos a los demás roedores.

Desde mi ventana observo sus danzas ceremoniales, escucho sus risas bajo la luz de la luna. Sus estridentes alaridos junto a los despojos asustan en las sombras y me mantienen en vigilia. La oscura noche de las hienas ha comenzado.

Quiera Dios, que éstas sean simples premoniciones de alguien que ha perdido la brújula al final de sus días.



Friday, September 28, 2007

JUEGOS DEL PODER

Con fotografias de César Vinueza


Las elecciones del próximo domingo tienen un capítulo específico de origen: abril del 2005, cuando el entonces presidente del Ecuador, Lucio Gutiérrez, fue derrocado por un grupo social lleno de privilegios, que nació en la era petrolera y se hizo fuerte en el plano político con los errores de las clases dominantes durante las últimas décadas en el sillón de Carondelet. Es difícil ignorar que quienes pretender ser hoy los salvadores son culpables también de la situación actual del país, puesto que ellos fueron parte de regimenes anteriores a cambio de fortalecer sus intereses particulares y de conjunto.


Cubiertos con la retórica de sus ideologías (confusas e irreales) sellaron alianzas y pactos con presidentes elegidos en las urnas que en medio de su mandato fueron sustituidos por otro que responda a los mandatos de los grupos económicos tras el poder; en tanto los que hoy son gobierno, o bien se retiraron a tiempo –luego de conseguir sus objetivos, como repartirse las administraciones seccionales de justicia, las vocalías del tribunal electoral y constitucional, el instituto de seguridad social y hasta cargos invisibles en subsecretarías menores o consejos municipales. A cambio de apoyo, ellos pidieron no intervenir en los privilegios conseguidos por los sindicados de las empresas estatales: el petróleo, por ejemplo, la educación, la salud, monopolios de ciertos dirigentes que con dineros públicos aglutinan y movilizan ejércitos de desocupados para tomarse las calles en épocas de convulsión social.

Otras veces, en cambio, fueron echados a patadas del palacio, como ocurrió durante la época de Gutiérrez; para luego, en un lavado de imagen, preparar la caída de éste aprovechando la insatisfacción de algunos sectores sociales que se sentían -y sienten- perjudicados en sus intereses, sobre todo económicos. El estado actual de caos e inseguridad que vive Ecuador tiene también la firma de la clase que hoy está en Carondelet.


Siempre estuvieron divididos, nunca antes ganaron las elecciones, por lo que, las del próximo domingo es un intento por lograr legitimidad en las urnas para fundar la patria a la medida de sus sueños; es un reacomodo de fuerzas políticas, con actores y tramas bastante conocidas, pero con un final abierto. Es tiempo de topar fondo. La ciudadanía lanzará –de una vez por todas– sus cartas sobre la mesa: suerte o muerte, no hay puntos intermedios. Sólo que la mayor parte de población fue obligada –como siempre– a participar en esta farsa e ignora las reglas del juego, o lo que es peor, ignora que se juega.

Tuesday, May 29, 2007

CLASES DE DEMAGOGIA

Se ofrece duplicar el bono de la pobreza, para ello se ordena a la gente que se beneficia con dicha suma la actualización de sus datos personales; mas cuando ellos se acercan a las oficinas con cédula en mano, se les pide a cambio afiliarse a alianza país.

Se duplica el bono de la vivienda: pero si se revisa la cantidad de beneficiados durante los últimos cuatro años uno no puede sentirse más que impotente y rabioso con tales cifras. De acuerdo a los últimos datos tenemos que se entregó 400 bonos de vivienda por año. Durante los últimos cuatro años se beneficiaron 1700 personas apenas. Supongamos que durante el mandato del actual gobierno se logre mantener esa constante, lo cual ya sería un triunfo, mas ello de ninguna manera solucionará el déficit de vivienda actual, que es de 300 mil viviendas anuales. Y ya que se duplica la cantidad del bono, de 1600 a 3200 dólares, que se multiplicara también el número de beneficiarios por cien -al menos, para creer en la buena fe del camarada presidente. Su promesa de campaña presidencial de trescientas mil viviendas por año ha desaparecido.

Se ofrece micro créditos de 300 dólares reembolsables: el inquilino (que no es lo mismo que el dueño) de Carondelet fue a Cotacachi y en medio de sonrisas, banda de pueblo y indígenas obligados a bajar desde sus comunidades, entregó los primeros veinte cheques con tales sumas. ¿Y quiénes fueron los beneficiados? Pues los que reciben el bono de la pobreza. Los trabajadores de alianza país seleccionan previamente a los que se prestaron para el show con el mandatario, con todo el aparato gubernamental, con su poder para manejar el evento y las imágenes entre las masas, previas a la consulta sobre la asamblea. ¿Cómo pagarán dicho crédito? ¡Se les descontará la mitad de los 30 dólares que reciben hoy del bono de la pobreza! Sin intereses, de tal manera que cada año “pagan” 180 dólares de su propio “obsequio”.

Se nos restriega en la cara cualquier paso dado por el gobierno para recordarnos que tenemos a alguien “trabajando por su pueblo”. Redundancia innecesaria. No se elige a un presidente para tenerlo de adorno en fiestas, cócteles y reuniones de amigos. Se lo elige para trabajar; pero ello no significa que éste tiene que sacárnoslo en cara a cada paso suyo ¡y con nuestros dineros! Un presidente debe velar por los intereses de los más débiles, ya que los demás actores de la sociedad son suficientemente fuertes y no necesitan de su figura. Los negocios siguen su propio ritmo. (Hoy no estoy de humor para retórica ni formalismos innecesarios.) Se nos inunda con publicidad cuando la labor del actual gobierno recién ha comenzado y lo lógico sería trabajar incansablemente, en silencio, y sólo cuando se vean los frutos de su labor hacerlos conocer a la comunidad. El buen gobernante labora con una paciencia de hormiga y al final de su mandato asoma para agradecer el estoicismo de nosotros por haberlo soportado durante cuatro años, y desaparece del escenario, a fin de que otro tome la posta y, con la boca cerrada, deja que sus hechos hablen por él en el tiempo.

Se agita el avispero y luego se busca otro asunto candente para distraer la atención. ¿Qué pasó con la banca privada? Ya lo dije anteriormente: éste sector estuvo y está tras la presidencia del señor Correa. Ello es usual en cualquier gobernante. Tras un mandatario elegido en las urnas hay un grupo de empresarios de todas las ramas de producción, sectores de los más variados intereses comerciales que mueven la economía y que se reparten el gobierno de una nación. Son clanes políticos, mafias, familias que tienen secuestrado a un país que depende mucho su bienestar de cuánto estos grupos están dispuestos a compartir con la mayoría de la población. Ellos siempre jalarán el agua a su molino, por supuesto, mientras nosotros se lo permitamos; ellos lucharán por mantenerse arriba, se mueven por un instinto de supervivencia y ello lo heredan a las demás generaciones en sus genes. Y para ello utilizan las masas a su favor, se valen de los medios de comunicación (que les pertenece); utilizan dineros públicos para hacer campañas de grabación en el alma con sus nombres, sus insignias, sus logotipos, colores, frases, canciones, preparándonos para estar siempre en campaña.

Mas no es ello de lo que quiero hablar hoy sino sobre la banca privada. A un mes de asumir la presidencia el señor Correa, la tasa de intereses había descendido al increíble dígito del 11%. Ello era mejor frente al 23% de hace cuatro años. Y se debió más a la recuperación del sector productivo ecuatoriano que a la buena voluntad del sector de la banca por bajar: cuando el horizonte económico aparece sin nubarrones, se adquiere un cierto nivel de estabilidad (productiva), los chulqueros saben que sus instituciones no corren riesgos y empiezan entre ellos a luchar por captar más clientes. En parte también porque los depósitos del exterior comenzaron a volver de a poco, y se inyectan nuevos capitales al sector financiero y por tanto productivo.

Actualmente hay una cantidad grande de dinero ocioso a nivel mundial, cerca de 350 billones de dólares que no tienen uso y que se hace todo lo posible por instalarlo en los mercados internacionales a través de líneas de crédito (BM, FMI) para usarlo en proyectos particulares de cada nación, (EE.UU. lo invierte actualmente en su guerra contra Irak), aunque son pocos los países que quieren endeudarse, pese a que las tasas de interés han bajado al 3 y 2% en plazos de 20 y 30 años respectivamente.

Entre ellos Ecuador. Hay nuevas naciones ricas –transformado en chulqueras– que andan ofreciendo también grandes sumas y que se han convertido en gran competencia para los entes financieros internacionales: Venezuela, Países Árabes, los mercados emergentes de Asia, como China, Singapur, Hong Kong… tienen suficientes reservas de dinero, sus economía se han fortalecido, trabajan en nuevos proyectos de desarrollo dentro de sus fronteras, pero no alcanzan a gastar tantas cantidades de inmediato y lo inyectan en la bolsa de valores, compran y venden acciones, prestan, donan a países amigos. Algunos disfrutan –como Ecuador, de una subida del precio internacional del petróleo y prefieren no adquirir nuevas deudas, como fue usual hasta hace tres años, para inyectar liquidez al sistema financiero de sus respectivos mercados interiores, pagar salarios o intereses de su gran deuda.

Pero volvamos a nuestro tema: El presidente Correa nos hace creer que con abrir su boca en contra de los bancos, éstos van a bajar de inmediato las tasas de interés. La trampa es que –justamente– con su imprudencia no está haciendo sino pagar favores de campaña: la banca invirtió para que él cumpla su sueño de llegar a ser presidente de banana republic y hoy ésta le pasa la factura y recibe su dinero con generosidad. Mientras al muchacho se lo ve alegre con sus zapatos nuevos (la presidencia) que no se los saca ni para dormir, la tasa de interés para los créditos ha subido otra vez al 15%. Y con tendencia al alza. Gracias a sus shows en la casa del vergara.

Y ¿cómo afecta esto a la producción nacional? Pues de la siguiente manera: cuando un productor o cualquier persona solicita un crédito bancario hay una cláusula específica sobre el tema relacionado a la tasa de interés. Y dice textualmente: ésta se regirá de acuerdo a la vigente en el mercado. Es decir, no se congela una cifra definitiva a pagar luego de adquirir la deuda, sino que ésta depende del vaivén del mercado financiero, y junto a otros muchos factores, del grado de confianza que un gobierno genere durante su mandato en los inversionistas y productores.

Con los ataques frontales a la banca, ésta le agradece mucho. ¿Qué chulquero es querido en algún lugar de la tierra, por más bueno que éste sea? Esos insultos e imprudencia valen dólares. Mientras más hable el presidente y no tome acción alguna, los deudores de la banca pagaremos también tasas de interés más altas, se reajustan; así de simple. Y los favores están pagados. La misma banca privada nos dice en sus spots publicitarios que ha entregado cerca de 12.500 millones de dólares en créditos para diferentes actividades. Que el lector tome una calculadora y saque el cuatro por ciento de interés mensual (cantidad que se incrementó en estos últimos meses) de dicha suma y ello multiplíquelo por tres meses, que ya lleva este asunto, sin que el presidente cumpla su palabra, y verá cuánto dinero está recuperando la banca gracias al inquilino de Carondelet

La mayoría del sector productivo trabaja justamente con la banca privada, puesto que carece de liquidez suficiente para mover su producción, y debe por tanto hacerse de nuevos créditos, (es como una maldición gitana, se cancela una deuda y se adquiere de inmediato otra), y pagar la tasa vigente en el mercado, a fin de seguir produciendo; no por que suben los intereses, éste sector puede renunciar a seguir endeudándose y moviendo la economía. Pueda ser que las tasas bajen, pero será de manera lenta, no rápido como subieron, y no creo que baje de nuevo al 11% este año.

Qué fácil es abrir la boca y no solucionar un solo problema. Retiró a nuestro embajador de Colombia en protesta contra las aspersiones con glifosato en la línea fronteriza y el embajador ya está de vuelta a Bogotá, ¡a cambio de nada! Inició un juicio contra el director del periódico la Hora y éste es un caso ganado desde la presidencia: no en vano tiene un congreso sumiso a sus intereses, un tribunal electoral pone alfombras, una fiscalía, una contraloría y una piche corte. Al señor Correa le conocí trabajando activamente por la candidatura del coronel, no le agradó ser nombrado –luego– asesor de economía –como premio a su contribución en sociedad patriótica, durante la vicepresidencia del insípido Palacio. Estuvimos juntos para echar al militar del gobierno y cuando la cosa se puso color de hormiga, se hizo plumas de CIESPAL. Abandonó a su amigo que horas antes le había nombrado su ministro de economía. Tal vez no me recuerde y de hacerlo seguro me va a pedir pruebas o me pone juicio a mí también. Quiero pruebas de esto que escribes en tu blog o te vas a la cárcel. Imposible presentar pruebas escritas. Ningún ladrón deja firmando su robo, ningún negocio turbio se graba, como lo hizo el señor Patiño y su último juego para mantenernos distraídos.

Los próximos en ser atacados serán los sindicatos de las empresas estatales, y claro que logrará adhesiones de la gente que desconoce las jugadas del poder. Pero nada allí se moverá. Después será el IESS. y así, con ataques y shows logrará consolidarse en la conformación de la mayoría de miembros para la asamblea. Allí pedirá la reelección: le fascina el poder, las luces y las cámaras. Pedirá plenos poderes… Ah, no vale la pena gastar demasiada energía en alimentar el egoísmo de las personas. Por suerte nada es eterno. El pez muere por su boca.

Esperemos que el señor Correa se dedique a escribir las páginas límpidas y elocuentes de su historia, no a lavar los platos sucios de la cocina; aunque también le apoyaría en ello si fuera allí por donde quiere comenzar a esculpir su nombre; con decisión y humildad, con trato fuerte si el caso lo amerita, puesto que su fracaso será también el fracaso del país.

Thursday, April 12, 2007

LA NOCHE DEL MURCIÉLAGO

Todos sabemos que éste, un animalito chupa sangre que atemorizó nuestros sueños infantiles, no es más que una rata con alas. Son ciegos, aunque excelentes cazadores, atacan a sus presas guiados por el calor de la sangre. Cuando hay sobre población se juntan y forman una nube inmensa, como las langostas, que devoran cuanto hallan a su paso. La luz del sol les hace daño, por lo que, como el personaje mítico de las aldeas rumanas, debe esconderse en sus cavernas antes del amanecer. Viven en el mundo de la oscuridad, del sueño; casi nadie sabe de su existencia, a no ser por su parentesco con ciertos personajes refinados del cine – el conde drácula -, de los cómix : batman, o en nuestro país con una especie siempre en peligro de extinción y nunca desaparecida del mapa político: el paleolíticos ratees movile, cuya cueva es un hotel cinco estrellas en Panamá.

Bajo su sombra el nuevo inquilino de Carondelet le apuesta al todo o nada con su constituyente para hacerse del control de los organismos estatales, gracias a nuestra poca memoria; pues hace 12 años exactamente ya la presentó el incansable first class viajero Freddy Ehlers como la poción mágica contra todos los males que aquejaban al Ecuador de entonces, ese paciente ingresando en camilla a la sala de emergencias. La apoyaban los movimientos sociales, los poderosos sindicatos alrededor de las empresas estatales, los movimientos indígenas y campesinos…Y fueron ellos quienes apoyaron a Abdalá Bucarán en su triunfo electoral de 1996 a cambio de la promesa de redactar una nueva constitución.

Pero el loco que ama no estaba dispuesto a compartir el poder con los grupos “de avanzada”, sino con su propia gente, los nuevos empresarios nacidos a la sombra del boom petrolero y de los diferentes negocios alrededor del estado rico; los movimientos sociales, nunca le perdonarían su traición e igual que en tiempos del coronel Gutiérrez (nueve años más tarde), se aliaron con sus hermanos socialcristianos, ID, DP, se subieron a la camioneta –con el entusiasmo en las calles de pachakutik, socialistas, MPD, marcharon juntos para botar de su sillón al pitecántropos erectos, y pusieron en su lugar al mejor bailarín de nuestra historia (si se atreviera a participar hoy en el programa bailando por un sueño, seguro gana éste el concurso), al cinturita mágica Alarcón.

Luego presionaron a éste y entre tanto tira y afloja se instaló al fin la famosa asamblea constituyente. ¿Quienes fueron sus asambleístas? Pues nada menos que 70 tristes monigotes que respondían a intereses de los partidos políticos tradicionales. En la elección de tales miembros predominó el voto en plancha, formando así otro congreso chiquito, una fanesca lela que reunía a avezados políticos de cien batallas, cantantes, ex reinas de belleza, artesanos que apenas sabían leer, algunos con graves problemas judiciales, vendedoras del mercado.

El inquilino de palacio recorrió los mismos rincones del país que el actual mandatario, e igual que hoy, logró aliarse con líderes locales a lo largo del país. Con chequera en mano hizo campaña electoral -lógicamente que por las fuerzas que sostenían a su gobierno y por su partido.

Los pasos dados en la politiquería actual no son nuevos; es una prolongación apenas de aquel tiempo. Hace nueve años se redactó una nueva carta magna hecha a su medida y hoy, ¡estas fuerzas políticas nos mantienen ocupados nada menos que con otra constituyente! Los nombres cambian, la esencia, la trama es igual: tras bastidores están los mismos actores de ayer: Freddy Ehlers, Rosa Elena Vega, (hoy Nina Pacari), León Roldós, el PRE, la UDC (antes DP), los socialistas, el hasta ayer poderoso PSC, los movimientos sociales, los grupos de derechos humanos. Es un epílogo de la aburrida comedia que dio sus primeros pasos el siglo pasado, con iguales argumentos y los mismos payasos. René Mauge estuvo de candidato por la ID, igual el cachito Vera, Raúl Vallejo, Gloria Gallardo, Jaime Nebot, Luis Macas…

Los hechos pasados se hicieron para aprender. Parece que a las nuevas generaciones no les interesa los hechos pasados, no se preocupan por hojear un poco los libros o revistas -que no están muy lejanos- a fin de recuperar un poco la memoria, y más bien parecen empeñados en dejarse arrastrar por la misma clase dominante que nos dejó como herencia un tren descarrilado a un lado del camino, desde donde miramos el paso de los trenes modernos y envidiamos su osadía, su velocidad, el vértigo de los sucesos actuales.

La historia vuelve a repetirse, canta el J.J. en una vieja cantina de Chimbacalle, cuyas paredes blanqueadas con cal y cubiertas las puertas con papel periódico aún conservan las huellas de un pasado que me duele hasta la médula, del que fui, soy testigo, cómplice y autor también.

Las nuevas fuerzas políticas, nacidas y alimentadas bajo la sombra de un estado opulento e injusto en la distribución de las riquezas generadas por sus empresas, nuestras empresas, pueden tener a partir del próximo 15 de abril su oportunidad de acceder a controlar las mismas a través de una consulta irrisoria, confusa y plagada de vicios constitucionales. Otros empresarios quieren tener el mango de la sartén, prósperos comerciantes, ejecutivos con títulos obtenidos en las mejores universidades del extranjero (algo inalcanzable para la mayoría de los ecuatorianos), exitosos gerentes con PHs, doctorados, pasantías en centros educativos de élite y con grandes fortunas influyen sobre las nuevas fuerzas sociales, compran votos, ponen ministros, subsecretarios (simples testaferros del poder), negocian la contraloría del estado, las telecomunicaciones, las gerencias de las diferentes ramas comerciales de petroecuador, de las aduanas.

Ellos no buscan una embajada, un cargo público. Estas palabras son pamplinas a sus oídos, pérdida completa de tiempo y de dinero. Ellos no pueden darse el lujo de faltar un día a su trabajo asistiendo a una manifestación espontánea en apoyo al gobierno de turno. Para ello tienen a su gente de confianza, quienes se encargan de contratar personal de acuerdo a la ocasión. Inversión es su palabra preferida; no ahorran en detalles, no descuidan minucias. Les une las inversiones en la banca privada, en las transnacionales, el tenis, la hermandad masónica o el opus dei, sus lazos de sangre, pues son miembros de las familias que siempre estuvieron en el poder; les unen sus hijos (a) casados (a) con sus rivales -más económicos que políticos desde los tiempos de colegio.

Una empresa no nace de la noche a la mañana, una transnacional se forma durante generaciones, y los empresarios tienen que unirse, globalizar sus capitales para así poder crecer –hasta comerse a los más débiles. Es el capital + el capital sobre el capital, es la ganancia + la inversión = nueva inversión que permite asegurar el crecimiento constante, la exportación de dineros cuyo origen es una mina de oro llamada estado, con una masa de gentes miserables, indigentes, sin educación, sin salud, sin dignidad, y por tanto siempre insatisfechas: los elementos necesarios para la aparición de ciertos caudillos que, rascando las sarnas, las heridas de los mendigos para recordarles su condición, les ofrecen instaurar una nueva patria, solidaria y justa: palabras vagas y confusas en sí mismas, pero que suenan bien en una población que quiere cambios rápidos y fáciles, aunque sin ofrecer nada por ello.

¿Grupos de fuerza? ¡Nunca! ¡Es la manifestación espontánea de la gente cansada de los mismos pelucones de siempre! Vocifera radiante el señor Correa ante los micrófonos. Mas resulta que el actual inquilino de Carondelet es también un pelucón, si nos regimos por el contenido de sus palabras. ¿Quién tiene la satisfacción de asistir a un colegio salesiano? ¡Pues un pelucón! ¿Quién va a estudiar a Europa, o a EE.UU.? ¡Pues un pelucón! (Eso de las becas es una consecuencia de ello: toda universidad de ricos entrega becas porque eso es parte de una estrategia del poder a futuro. Yo estudié seis años en la Central y no he sabido que ésta entregue becas gratuitas a los estudiantes para ir a especializarse en el extranjero) ¿No es él nieto de uno de los mayores pelucones del siglo XX? ¿Quién tiene una nana durante su infancia en nuestro país? ¿Quién durante trece años imparte clases –diré: alimenta cuervos- en una universidad exclusiva de ricos, donde la matrícula de un semestre cuesta US$ 6.000, mientras él –como profesor- ganaba 30.000 dólares anuales? ¡Pues un pelucón! (Y conste que estas cifras fueron dadas por nuestro compañero presidente a los medios). Pero es a los Gualotuña, a los Chillanes, a los Pilatoas, a los Pilahuines a quienes se arrima él para afianzarse en el poder; a quienes paga para que impidan el acceso a los 57 legisladores destituidos, o tiren piedras a aquel que se atreva a alzar la voz en contra de sus propuestas.

Igual que en gobiernos pasados, se convoca a numerosas comunidades indígenas y campesinas para obligarles a marchar por las calles de Quito gritando su respaldo al presidente, a cambio de pequeñas obras en la parroquia o en el barrio que casi nunca se cumplen. Los sindicalistas de las diferentes empresas estatales abandonan sus sitios de trabajo a cambio de tener el resto del día libre luego de las manifestaciones. Por ejemplo, en un día cualquiera de manifestaciones callejeras, quien va al registro civil se topa con la noticia de que no atiende ni la mitad del personal.

Pero a decir verdad, esta gente contratada con sueldo fijo no representa ni siquiera al 1% del total de la población nacional. Cómo puede ser posible que 4 mil personas, contratadas exclusivamente por el gobierno de turno impongan por la fuerza cuanto ellos quieren hacer. La pregunta es ¿qué producen? Oye, si uno falta a su trabajo al otro día estoy despedido. Mucha gente si no se esfuerza durante el día a la noche no merienda. ¿De dónde obtienen el dinero para estar siempre gritando, agrediendo? Los he visto durante mis viajes. Están en todos los encuentros del presidente con la población. Son los grupos que siempre aplauden, se agitan, sudan, flamean las pancartas. Pero no crean que ellos pasan hambre. Se hospedan en hoteles, reciben 15 dólares al final de cada jornada, más pasajes y comida. Vienen de Machala, de la Concordia, de Tulcán. Y no lo digo yo, lo informó desde el sitio mismo de las manifestaciones el canal aliado con el gobierno: ecuaviza, en su noticiero del 10 de abril. Gustavo Larrea no se cansa de restregarnos en la cara: nuestras brigadas recorren el país informando a la población de puerta a puerta sobre las ventajas de la consulta.

¿De qué brigadas habla el ex subsecretario de Bucarán?¿Quien se atreverá a investigar la contratación de tales personas y cuáles son las fuentes de financiamiento? Nadie. Los trapos sucios los lavan –o se esconden- en familia. Ellos saben que en cuestiones de politiquería, es como en casa del jabonero: el que no cae, resbala. Así que es mejor cuidarse mutuamente las espaldas. Total, la contraloría, la fiscalía, los jueces pertenecen al mismo círculo. El mundo es redondo y mañana bien pueden estar arriba o abajo, en una gerencia gubernamental, desde dónde ellos pueden recuperar sus inversiones de campaña, los dineros gastados para que grupos de choque salgan a sembrar el caos en la ciudad. O en la comodidad de sus negocios privados. Pero, ¿quiénes son? Ellos lo saben bien, se divierten y disfrutan con tales escenas en la televisión, porque son parte del juego. Divide e impera. Tal fue el logo de los emperadores latinos, tal es la receta de nuestros aprendices de dictadores. Confunde e impera, suena mucho mejor. ¿Es acaso una masa de asalariados del estado, o de las diferente organizaciones sociales, como las ONGs, los derechos humanos? ¿Pueden los recursos del petróleo, los dineros provenientes de las recaudaciones de SRI, del pago de aranceles en las aduanas, ser infamemente despilfarrados en tales demostraciones? Allí no está el trabajador de la construcción, la vendedora de vitrina, el salonero, el taxista, el artesano.

¿En qué se han convertido los cuerpos de seguridad del estado? En simples guardianes de intereses ajenos, aunque la rama militar obtiene buenos réditos por su aparente sumisión, ya que a cambio consigue grandes contratos del estado. Un simple ejemplo: he visto a nuestros reclutas jóvenes, -yo mismo tuve que experimentar en carne propia, como parte del servicio militar- cargando arena, hierros o cuidando puentes construidos por el cuerpo de ingenieros del ejército. ¿Es que no les basta a los uniformados los 650 millones de dólares que reciben del presupuesto general de la nación? Trabajan a cambio de dinero (y no justamente cumpliendo deber) en la vigilancia del oleoducto, la construcción de carreteras, producen en fincas ganaderas, tienen fábricas de confección, de armas, de municiones, una flota de aviación, banco propio, jubilación particular para sus miembros, grandes extensiones de terrenos cultivables. Importan materias primas libre de impuestos, compiten ilegalmente con sus centros comerciales vendiendo productos a precios más bajos del mercado gracias a las facilidades aduaneras…¡todo ello mueven con nuestros dineros, con los impuestos que cualquier gobierno se esmera en cobrarnos de manera cada vez más eficiente a través del SRI, de un sin número de cargas impositivas –como la salida del país- y a cambio de qué! La consulta misma estará en sus manos va desde la impresión de las papeletas hasta el ¡traslado y vigilancia de las urnas electorales! Y cuando hay movilizaciones, cierre de carreteras, toma de campos petroleros, son los Gualotuña, los Pillajo, los Cabascango, los Tixilimas, no los altos oficiales, los que van a enfrentarse a su gente, a agredir a los dirigentes, o a cualquiera que su jefe le ordena asestarle una sonora paliza. (El hecho reciente en el parque Galápagos es un botón de muestra). Quien a buen árbol se arrima… asegurada tiene su silla en Carondelet.

Y ¿en qué se ha convertido la policía? El pueblo siempre sale perdiendo. Los Pilatuña, los Guamán están cuidando hoy el congreso. Y ¡Oh suerte de los ahogados, de los que no son más que el pedazo de queso en medio del pan! deben enfrentarse indefensos – de acuerdo a ordenes superiores- a esa misma masa pagada por el gobierno.

Extensa es la noche del murciélago. Me basta decir que un año después de clausurar sus funciones la asamblea de entonces, Ecuador se sumergió en la peor crisis del siglo pasado. ¿De qué sirvió la nueva constitución? Sino hay un cambio de actores, de trama, sobre todo, volveremos a tropezar con la misma piedra. Gandi no utilizó iguales armas para conseguir la independencia de su país. A la vieja estructura del reino unido que subyugó a India durante siglos las derrotó con las armas de la inteligencia, con el ejemplo de la humildad; mas, no ofendamos aquí su memoria de hombre universal, guía espiritual, hermano mayor de los débiles, cuyas palabras y enseñanzas aún alumbran en los oscuros pasadizos de nuestros tiempos; y dejemos mejor que esos hombres grandes con espíritus enanos, los que insultan, vociferan y se enojan creyendo que con ellos empieza la razón y el mundo, se ahoguen en la vastedad de sus pequeñas ambiciones. Ya lo he dicho varias veces: las vanidades del poder son pasajeras. O sino, señor Correa, pregunte a Alarcón, a Borja, a León, a Noboa… ¿Qué luz alumbra de ellos en el horizonte para orientarnos, para recobrar energías repitiendo sus palabras e imitando sus obras?

Saturday, March 3, 2007

A MÁS ÉXITO, MÁS DELGADA

Article of Erica Jong

Copyright: The Sunday Times, London

Traducción: Rafael Arteaga

El atrevido intento de la época del Charlestón por liberarse del corsé y de los cabellos largos se volvió realidad y pronto fue otra manera de esclavitud, cuando los ricos de los años treinta impregnaron un nuevo ideal: tú nunca podrás ser demasiado rica o demasiado esbelta.

En una sociedad en la que hay suficiente para comer, se hace imprescindible la disciplina de mantenerse delgada: aquí se comprueba su sabiduría. En pueblos en los que la hambruna hacía de las suyas, las mujeres voluptuosas, incluso las gordas, eran muy deseadas, hasta que los ricos norteamericanos y los europeos -que en esa época tenían suficiente para comer- convirtieron a la condesa de Windsor en un ideal: un maniquí para los caprichos de los modistas con un cuerpo que a un hombre normal le daría la sensación de irse a la cama con una bicicleta, pero extraordinariamente bella, aunque sea en fotos. La elegancia se impuso fácilmente a la sexualidad y la gordura fue -desde entonces- rechazada. En el mundo de la moda el fotógrafo es el único que cuenta, y los médicos dietistas son agradables vendedores de puerta a puerta que entregan pastillas para adelgazar a cambio de dinero.

En los años veinte nosotras no éramos aún dependientes del fascismo de la condición del cuerpo. Las mujeres ricas eran delgadas, flacas y otras escuálidas. A una madre normal y corriente de la clase alta se le permitía ser voluptuosa todavía, pasando por alto las "momias negras”; sin embargo, con el transcurso del tiempo, inclusive ellas debieron ponerse a dieta. La clase media y la gente pobre se contagiaron de ese nuevo look de las mujeres ricas y debieron vencer el hambre para pertenecer a ese círculo; aunque ello no resulte tan fácil si se toma en cuenta que para el trabajo corporal es imprescindible comer en abundancia, con los suficientes valores nutritivos; como tampoco se disponga de tiempo ni dinero para las granjas de belleza, masajes, doctores que recomienden una dieta adecuada.

No basta con ser flaca, sino esbelta

En los años cuarenta hubo un brillo de esperanza para las mujeres redondas. Los hombres estaban en guerra y los bustos prominentes fueron -de nuevo- buscados. La agraciada pin-up girl volvió por un momento en escena. Betty Grable y Marilyn Monroe pusieron el volumen otra vez de moda. Las copias de Marilyn en los años cincuenta -Jaine Mansfiel, Diana Dors- eran "llenitas" todavía; sin embargo, al llegar J.F. Kennedy a la presidencia en los años sesenta, el look de Jackie se impuso en el mundo. Era la mujer esbelta y rica, complementada con un toque de energía y elegancia que hicieron parecer la gordura definitivamente como algo anticuado.

Desde entonces la carrera de la esbeltez se hizo extrema década tras década. Ser delgada no es suficiente, se debe ser flaca, pero también llena de energía que delate las constantes visitas a un gimnasio. Naturalmente que los senos desaparecen con una dieta extrema; pero, para consuelo, existe la silicona: así se puede tener unas caderas como las de Barbie y, al mismo tiempo, unos senos como los de Marilyn Monroe. ¿Es peligrosa la silicona en el cuerpo? Ello no tiene importancia cuando se trata de ser bella. Ya en tiempos pasados las mujeres llevaban harina de plomo en sus rostros, se maquillaban con ceniza sus pupilas, y hoy se dejan poner silicona en sus pechos, o implantaciones de plástico para lucir unos pómulos alzados; ya que el precio de la fealdad es demasiado alto: no se obtiene ni la aceptación de los demás ni el amor de los hombres.

Nadie se pregunta cuál es la relación entre amor y reconocimiento, si a las mujeres se les obliga a odiarse a sí mismas. ¿Por qué no protestamos al ser juzgadas de acuerdo a nuestro cuerpo? Quizás porque el peso es ya una clasificación. Las de abajo son gordas y nosotras, si queremos pasar desapercibidas, debemos ser flacas; aunque yo no he conocido hasta ahora a un hombre que no ame la voluptuosidad. No. Es mucho más que la "riqueza" de las apariencias. Y ser rica significa ser delgada, aunque la sexualidad no sea el impulso más fuerte en la psicología masculina. Es el status, y nosotros apretamos nuestras carnes para asomar como ricas.

La alta moda no puede ser lucida por una gorda. Con una atrevida costura para las piernas y sus faldas angostas, la moda no perdona la mínima curvatura; sin embargo, en el pasado el corsé de Scarlett O'Hara mostraba en sus redondeces lo que era el cuerpo de una mujer: por un lado estaba una especie de cinturón de castidad hecho de acero y por otro una camisa de fuerza que escondía innumerables pecados (de la mesa). Igual los senos eran apreciados mejor dentro del corsett. Y es curioso que nuestras supuestas mujeres liberadas hayan aceptado extremos ideales de belleza, sin siquiera protestar.

Si la industria de la moda, que es justamente producida por hombres, nos impone algo así, ¿por qué compramos, entonces? ¿Por qué no pedimos ropas que vayan con nosotras, y no nuestros cuerpos con las ropas?

Aunque hay acepciones en la regla. Algunas diseñadoras femeninas como Donna Karan y Liz Claiborne han hecho mucho dinero con vestidos y casacas extensibles por medio del elástico: prendas que tienen demanda por ser cómodas, de marca reconocida, con números promedios 40 - 42, y no 34.

Las mujeres son rechazadas por ser mujeres

¿Por qué no nos rebelamos si, después de todo, una mujer en su vida real es gorda, delgada o simplemente normal? Tal vez porque reconocemos que es mejor permanecer delicadas y frágiles para no asustar a los hombres con nuestro poder. Mientras más derechos pedimos en la sociedad, mayor es castigo impuesto por nosotras; en efecto, la lucha por ser flacas parece tener relación directa con nuestros crecientes derechos políticos y laborales: a más espacios conseguidos en el mundo, más grandes es la presión contra nuestro cuerpo, como si quisiéramos decir: "no temas de ti".

Yo saludaría a un mundo en el que el cuerpo de la mujer tenga derecho a ser tan diferente, como sus pensamientos. Un mundo de decisiones propias. Las mujeres son odiadas por ser mujeres, y nosotras interiorizamos esa apreciación pese a que hablamos del derecho a opinar y de igualdad de oportunidades.

Una verdadera emancipación sería si nosotras tuviésemos el derecho a poseer nuestro cuerpo, a llevar zapatos cómodos, amplios vestidos con grandes cortes y cabalgar por el mundo -como amazonas- a grandes pasos. Verdadera emancipación es cuando te miras desnuda al espejo y dices, como mi primera heroína al final de "Fear of Flying": "tengo un lindo cuerpo y estoy decidida a conservarlo."

Thursday, February 1, 2007

BABEL

Martes, 30 de enero de 2007, a las cinco de la mañana llegan cinco buses a la comunidad indígena de Tocagón, cerca de Otavalo. Entre tinieblas los habitantes se reúnen en la plaza central, un campo lleno de matorrales, animales sueltos y charcos de lodo. Las bocinas ordenan apresurarse. Uno a uno va llegando al lugar, se acercan al dirigente para decir su nombre e ingresan de inmediato a los buses. No falta ninguno en la lista para este día. Son llevados en manada –igual que los animales al matadero- a Quito, con una misión: marcharán por las calles gritando su apoyo al presidente Correa, (entre ellos le dicen mushuk Pachatukik, en honor al último emperador del Tahuantinsuyu. Otros le dicen: jatun Amu, -gran amo-, mishu Apu -jefe mestizo-. Taita Mishi -papá gato-. Los mismos calificativos que otorgaron a Gutiérrez cuando éste proclamó el triunvirato, hace exactamente 7 años). A cambio recibirán una coca cola con dos panes de desayuno (la comida usual entre ellos), al medio día un almuerzo, cinco dólares en efectivo al final del las protestas y antes de embarcarse de regreso tendrán dos horas libres para recorrer la ciudad. El dinero para muchos será el único para toda la semana, y por ello les conviene llevar a toda la familia, pues ello representa algunos días de comida. Allí van los ancianos de ambos sexos, mujeres con niños (es lo más recomendable para sensibilizar a los citadinos, a los medios y así ablandar a los elementos de la fuerza pública), muchachos que no saben leer o escribir, sin dientes, raquíticos, las pieles quemadas por el sol; hombres con aliento a alcohol y por tanto embravecidos con…no saben contra quien….ah, esos mestizos…ah esos ricos…ah esos mishus. Constituyente, caraju, abaju el congresu. Sus dirigentes tomarán muy en cuenta su comportamiento durante la marcha, cada uno de sus pasos serán vigilados.

La comunidad es el centro de la vida entre ellos. Están unidos por la sangre, por sus ponchos, sus trenzas, el idioma; pero, sobre todo, por la miseria, que es su madre y padre. Les une también el hambre, no la luz de un amanecer diferente al de este día. Ellos deben ir, no tienen otra opción. De lo contrario, sus propios hermanos les contarán la luz eléctrica, les negarán el agua para sus animales o sembríos, cerrarán los tubos de agua potable; serán, lo que es más terrible, considerados wayrapamushkas (traidos del viento) y pueden ser apedreados por la comunidad, los objetos de las casas desaparecen, sus dueños son acosados hasta que, o bien se arrepienten, piden perdón a los dirigentes para integrarse a la comunidad o deciden marcharse del pueblo para ir a mendigar en las ciudades.

Esta es la realidad de las comunidades indígenas, señor Correa, esto no es invento, como su propuesta de cambiar nuestro país. Usted que estudió en colegio de ricos y fue a hacer sus prácticas de catecismo -una costumbre medieval de los jesuitas- en las comunidades indígenas, que no fue a dormir bajo esas chozas de tierra negra y paja, perdidas entre la neblina y el viento helado de las montañas, sino en la casa parroquial, con la mesa servida y los platos lavados por indígenas. ¿Qué aprendió de ellos, sino fue su ingenuidad, sus temores milenarios ante el poder, la mansedumbre con que cumplen una orden?

Usted les ofrecer duplicar el bono de la pobreza, de quince a treinta dólares, a cambio de demostrar su fuerza de organización en las calles gritando su nombre y defendiendo sus planes de gobierno. ¿No es corrupción? ¿Despotismo? Una acción miserable, ruin, por decir lo menos, desde el mandato que le confió la ciudadanía. No es la demostración del «descontento popular», es el uso vil de dineros públicos para –aprovechándose de la miseria- intentar romper el equilibrio de fuerzas, en vez de usar el genio y la figura del estadista que busca perpetuar en los libros como una antorcha que ilumina a las naves en el puerto y no como un capítulo vergonzoso que nos duele recordar.

Usted les ofrece la repartición de tierras ociosas y baldías, a cambio de apoyo a sus propuestas de gobierno. Le recuerdo a su espíritu de conquistador que la tan mentada reforma agraria de los años sesenta no sirvió de nada porque no vino acompañada de un mega proyecto de producción, traducido en ayuda al agricultor con tecnología moderna, maquinaria, créditos a bajos intereses, incentivos, salvaguardias y sobre todo, comercialización, búsqueda de nuevos mercados. Por ello, en cuanto recibieron sus certificados de propiedad, muchos vendieron los terrenos y se marcharon a la ciudad. A los campesinos los ve hoy en las calles pidiendo limosna, cargando en los mercados, o suplicando «navidad» a los costados de las carreteras.

Son las cinco de la tarde. Estoy en el barrio comité del pueblo. Los indígenas se han tomado prácticamente la calle central: entran a las tiendas, compran pan, piden refrescos, entran a los restorantes y ordenan cuartos de pollo. Pero no están todos, son apenas la mitad: los otros recibieron la orden de rodear el congreso nacional apara evitar que los diputados sesionen, y allí deben dormir haciendo guardia. Los demás caminan por estas calles con sus funditas de salchi-papas, con helados. Una voz ordena subir a los buses. Son cinco de la compañía Otavalo. Vinieron hasta acá para evitar a los medios con sus preguntas maliciosas. El país mismo es una hoguera.

Mañana vendrá el resto de la comunidad a conocer Quito. A reemplazar a los que hoy noche gritarán: ¡viva Correa, constituyente ahora, caraju! Mientras éste asomará en las cámaras para decir que lo sucedido en este día “fue una demostración del pueblo organizado contra los mismos de siempre”. Y el carroñero Velasco, desde radio la luna gritará: ¡apoyemos a nuestros hermanos indígenas, puta mieeerrda, que nos dan lecciones de amorr a la patrria. Qué besstia!”

Ps. Las comunidades de Cotopaxi, Chimborazo, de la amazonía se aprestan a tomarse las ciudades en respaldo "de su presidente". Los agricultores de la costa lo harán también, a cambio se les extenderá el plazo a diez años para pagar sus obligaciones con el banco de Fomento; a muchos se les ofrece perdonarles sus deudas; todos recibirán nuevos créditos productivos. Vivimos en democracia, todos tenemos derecho a "conocer" Quito.

Ps. (nada de partido socialista) En Guayaquil, Quito, Cuenca, y otras ciudades, dicen los medios identificados con el gobierno, que miles de manifestantes se han tomado las calles. ¿Qué se les ofreció? “Es la manifestación espontánea de un pueblo cansado de lo mismo”, grita Correa; mas sabemos que todos los que se inscribieron para su plan de vivienda popular deben expresar su respaldo en las calles. Ojala les dé las casitas de 6x6m2.

Ps. El congreso decidió subirse los sueldos. Dejémonos de huevear y vamos todos a la constituyente, gritan los diputados. No podemos quedarnos al margen del pastel, digo de la historia.

Ps. La Iglesia anuncia en los medios su respaldo a la constituyente. (¿Qué se les ofreció a cambio) Si no puedes vencerles, únete a ellos. Y así ganamos todos. Aunque el déficit fiscal es de 850 millones de dólares hasta éste día, más 450 en obligaciones. Ahora si amén