Thursday, April 12, 2007

LA NOCHE DEL MURCIÉLAGO

Todos sabemos que éste, un animalito chupa sangre que atemorizó nuestros sueños infantiles, no es más que una rata con alas. Son ciegos, aunque excelentes cazadores, atacan a sus presas guiados por el calor de la sangre. Cuando hay sobre población se juntan y forman una nube inmensa, como las langostas, que devoran cuanto hallan a su paso. La luz del sol les hace daño, por lo que, como el personaje mítico de las aldeas rumanas, debe esconderse en sus cavernas antes del amanecer. Viven en el mundo de la oscuridad, del sueño; casi nadie sabe de su existencia, a no ser por su parentesco con ciertos personajes refinados del cine – el conde drácula -, de los cómix : batman, o en nuestro país con una especie siempre en peligro de extinción y nunca desaparecida del mapa político: el paleolíticos ratees movile, cuya cueva es un hotel cinco estrellas en Panamá.

Bajo su sombra el nuevo inquilino de Carondelet le apuesta al todo o nada con su constituyente para hacerse del control de los organismos estatales, gracias a nuestra poca memoria; pues hace 12 años exactamente ya la presentó el incansable first class viajero Freddy Ehlers como la poción mágica contra todos los males que aquejaban al Ecuador de entonces, ese paciente ingresando en camilla a la sala de emergencias. La apoyaban los movimientos sociales, los poderosos sindicatos alrededor de las empresas estatales, los movimientos indígenas y campesinos…Y fueron ellos quienes apoyaron a Abdalá Bucarán en su triunfo electoral de 1996 a cambio de la promesa de redactar una nueva constitución.

Pero el loco que ama no estaba dispuesto a compartir el poder con los grupos “de avanzada”, sino con su propia gente, los nuevos empresarios nacidos a la sombra del boom petrolero y de los diferentes negocios alrededor del estado rico; los movimientos sociales, nunca le perdonarían su traición e igual que en tiempos del coronel Gutiérrez (nueve años más tarde), se aliaron con sus hermanos socialcristianos, ID, DP, se subieron a la camioneta –con el entusiasmo en las calles de pachakutik, socialistas, MPD, marcharon juntos para botar de su sillón al pitecántropos erectos, y pusieron en su lugar al mejor bailarín de nuestra historia (si se atreviera a participar hoy en el programa bailando por un sueño, seguro gana éste el concurso), al cinturita mágica Alarcón.

Luego presionaron a éste y entre tanto tira y afloja se instaló al fin la famosa asamblea constituyente. ¿Quienes fueron sus asambleístas? Pues nada menos que 70 tristes monigotes que respondían a intereses de los partidos políticos tradicionales. En la elección de tales miembros predominó el voto en plancha, formando así otro congreso chiquito, una fanesca lela que reunía a avezados políticos de cien batallas, cantantes, ex reinas de belleza, artesanos que apenas sabían leer, algunos con graves problemas judiciales, vendedoras del mercado.

El inquilino de palacio recorrió los mismos rincones del país que el actual mandatario, e igual que hoy, logró aliarse con líderes locales a lo largo del país. Con chequera en mano hizo campaña electoral -lógicamente que por las fuerzas que sostenían a su gobierno y por su partido.

Los pasos dados en la politiquería actual no son nuevos; es una prolongación apenas de aquel tiempo. Hace nueve años se redactó una nueva carta magna hecha a su medida y hoy, ¡estas fuerzas políticas nos mantienen ocupados nada menos que con otra constituyente! Los nombres cambian, la esencia, la trama es igual: tras bastidores están los mismos actores de ayer: Freddy Ehlers, Rosa Elena Vega, (hoy Nina Pacari), León Roldós, el PRE, la UDC (antes DP), los socialistas, el hasta ayer poderoso PSC, los movimientos sociales, los grupos de derechos humanos. Es un epílogo de la aburrida comedia que dio sus primeros pasos el siglo pasado, con iguales argumentos y los mismos payasos. René Mauge estuvo de candidato por la ID, igual el cachito Vera, Raúl Vallejo, Gloria Gallardo, Jaime Nebot, Luis Macas…

Los hechos pasados se hicieron para aprender. Parece que a las nuevas generaciones no les interesa los hechos pasados, no se preocupan por hojear un poco los libros o revistas -que no están muy lejanos- a fin de recuperar un poco la memoria, y más bien parecen empeñados en dejarse arrastrar por la misma clase dominante que nos dejó como herencia un tren descarrilado a un lado del camino, desde donde miramos el paso de los trenes modernos y envidiamos su osadía, su velocidad, el vértigo de los sucesos actuales.

La historia vuelve a repetirse, canta el J.J. en una vieja cantina de Chimbacalle, cuyas paredes blanqueadas con cal y cubiertas las puertas con papel periódico aún conservan las huellas de un pasado que me duele hasta la médula, del que fui, soy testigo, cómplice y autor también.

Las nuevas fuerzas políticas, nacidas y alimentadas bajo la sombra de un estado opulento e injusto en la distribución de las riquezas generadas por sus empresas, nuestras empresas, pueden tener a partir del próximo 15 de abril su oportunidad de acceder a controlar las mismas a través de una consulta irrisoria, confusa y plagada de vicios constitucionales. Otros empresarios quieren tener el mango de la sartén, prósperos comerciantes, ejecutivos con títulos obtenidos en las mejores universidades del extranjero (algo inalcanzable para la mayoría de los ecuatorianos), exitosos gerentes con PHs, doctorados, pasantías en centros educativos de élite y con grandes fortunas influyen sobre las nuevas fuerzas sociales, compran votos, ponen ministros, subsecretarios (simples testaferros del poder), negocian la contraloría del estado, las telecomunicaciones, las gerencias de las diferentes ramas comerciales de petroecuador, de las aduanas.

Ellos no buscan una embajada, un cargo público. Estas palabras son pamplinas a sus oídos, pérdida completa de tiempo y de dinero. Ellos no pueden darse el lujo de faltar un día a su trabajo asistiendo a una manifestación espontánea en apoyo al gobierno de turno. Para ello tienen a su gente de confianza, quienes se encargan de contratar personal de acuerdo a la ocasión. Inversión es su palabra preferida; no ahorran en detalles, no descuidan minucias. Les une las inversiones en la banca privada, en las transnacionales, el tenis, la hermandad masónica o el opus dei, sus lazos de sangre, pues son miembros de las familias que siempre estuvieron en el poder; les unen sus hijos (a) casados (a) con sus rivales -más económicos que políticos desde los tiempos de colegio.

Una empresa no nace de la noche a la mañana, una transnacional se forma durante generaciones, y los empresarios tienen que unirse, globalizar sus capitales para así poder crecer –hasta comerse a los más débiles. Es el capital + el capital sobre el capital, es la ganancia + la inversión = nueva inversión que permite asegurar el crecimiento constante, la exportación de dineros cuyo origen es una mina de oro llamada estado, con una masa de gentes miserables, indigentes, sin educación, sin salud, sin dignidad, y por tanto siempre insatisfechas: los elementos necesarios para la aparición de ciertos caudillos que, rascando las sarnas, las heridas de los mendigos para recordarles su condición, les ofrecen instaurar una nueva patria, solidaria y justa: palabras vagas y confusas en sí mismas, pero que suenan bien en una población que quiere cambios rápidos y fáciles, aunque sin ofrecer nada por ello.

¿Grupos de fuerza? ¡Nunca! ¡Es la manifestación espontánea de la gente cansada de los mismos pelucones de siempre! Vocifera radiante el señor Correa ante los micrófonos. Mas resulta que el actual inquilino de Carondelet es también un pelucón, si nos regimos por el contenido de sus palabras. ¿Quién tiene la satisfacción de asistir a un colegio salesiano? ¡Pues un pelucón! ¿Quién va a estudiar a Europa, o a EE.UU.? ¡Pues un pelucón! (Eso de las becas es una consecuencia de ello: toda universidad de ricos entrega becas porque eso es parte de una estrategia del poder a futuro. Yo estudié seis años en la Central y no he sabido que ésta entregue becas gratuitas a los estudiantes para ir a especializarse en el extranjero) ¿No es él nieto de uno de los mayores pelucones del siglo XX? ¿Quién tiene una nana durante su infancia en nuestro país? ¿Quién durante trece años imparte clases –diré: alimenta cuervos- en una universidad exclusiva de ricos, donde la matrícula de un semestre cuesta US$ 6.000, mientras él –como profesor- ganaba 30.000 dólares anuales? ¡Pues un pelucón! (Y conste que estas cifras fueron dadas por nuestro compañero presidente a los medios). Pero es a los Gualotuña, a los Chillanes, a los Pilatoas, a los Pilahuines a quienes se arrima él para afianzarse en el poder; a quienes paga para que impidan el acceso a los 57 legisladores destituidos, o tiren piedras a aquel que se atreva a alzar la voz en contra de sus propuestas.

Igual que en gobiernos pasados, se convoca a numerosas comunidades indígenas y campesinas para obligarles a marchar por las calles de Quito gritando su respaldo al presidente, a cambio de pequeñas obras en la parroquia o en el barrio que casi nunca se cumplen. Los sindicalistas de las diferentes empresas estatales abandonan sus sitios de trabajo a cambio de tener el resto del día libre luego de las manifestaciones. Por ejemplo, en un día cualquiera de manifestaciones callejeras, quien va al registro civil se topa con la noticia de que no atiende ni la mitad del personal.

Pero a decir verdad, esta gente contratada con sueldo fijo no representa ni siquiera al 1% del total de la población nacional. Cómo puede ser posible que 4 mil personas, contratadas exclusivamente por el gobierno de turno impongan por la fuerza cuanto ellos quieren hacer. La pregunta es ¿qué producen? Oye, si uno falta a su trabajo al otro día estoy despedido. Mucha gente si no se esfuerza durante el día a la noche no merienda. ¿De dónde obtienen el dinero para estar siempre gritando, agrediendo? Los he visto durante mis viajes. Están en todos los encuentros del presidente con la población. Son los grupos que siempre aplauden, se agitan, sudan, flamean las pancartas. Pero no crean que ellos pasan hambre. Se hospedan en hoteles, reciben 15 dólares al final de cada jornada, más pasajes y comida. Vienen de Machala, de la Concordia, de Tulcán. Y no lo digo yo, lo informó desde el sitio mismo de las manifestaciones el canal aliado con el gobierno: ecuaviza, en su noticiero del 10 de abril. Gustavo Larrea no se cansa de restregarnos en la cara: nuestras brigadas recorren el país informando a la población de puerta a puerta sobre las ventajas de la consulta.

¿De qué brigadas habla el ex subsecretario de Bucarán?¿Quien se atreverá a investigar la contratación de tales personas y cuáles son las fuentes de financiamiento? Nadie. Los trapos sucios los lavan –o se esconden- en familia. Ellos saben que en cuestiones de politiquería, es como en casa del jabonero: el que no cae, resbala. Así que es mejor cuidarse mutuamente las espaldas. Total, la contraloría, la fiscalía, los jueces pertenecen al mismo círculo. El mundo es redondo y mañana bien pueden estar arriba o abajo, en una gerencia gubernamental, desde dónde ellos pueden recuperar sus inversiones de campaña, los dineros gastados para que grupos de choque salgan a sembrar el caos en la ciudad. O en la comodidad de sus negocios privados. Pero, ¿quiénes son? Ellos lo saben bien, se divierten y disfrutan con tales escenas en la televisión, porque son parte del juego. Divide e impera. Tal fue el logo de los emperadores latinos, tal es la receta de nuestros aprendices de dictadores. Confunde e impera, suena mucho mejor. ¿Es acaso una masa de asalariados del estado, o de las diferente organizaciones sociales, como las ONGs, los derechos humanos? ¿Pueden los recursos del petróleo, los dineros provenientes de las recaudaciones de SRI, del pago de aranceles en las aduanas, ser infamemente despilfarrados en tales demostraciones? Allí no está el trabajador de la construcción, la vendedora de vitrina, el salonero, el taxista, el artesano.

¿En qué se han convertido los cuerpos de seguridad del estado? En simples guardianes de intereses ajenos, aunque la rama militar obtiene buenos réditos por su aparente sumisión, ya que a cambio consigue grandes contratos del estado. Un simple ejemplo: he visto a nuestros reclutas jóvenes, -yo mismo tuve que experimentar en carne propia, como parte del servicio militar- cargando arena, hierros o cuidando puentes construidos por el cuerpo de ingenieros del ejército. ¿Es que no les basta a los uniformados los 650 millones de dólares que reciben del presupuesto general de la nación? Trabajan a cambio de dinero (y no justamente cumpliendo deber) en la vigilancia del oleoducto, la construcción de carreteras, producen en fincas ganaderas, tienen fábricas de confección, de armas, de municiones, una flota de aviación, banco propio, jubilación particular para sus miembros, grandes extensiones de terrenos cultivables. Importan materias primas libre de impuestos, compiten ilegalmente con sus centros comerciales vendiendo productos a precios más bajos del mercado gracias a las facilidades aduaneras…¡todo ello mueven con nuestros dineros, con los impuestos que cualquier gobierno se esmera en cobrarnos de manera cada vez más eficiente a través del SRI, de un sin número de cargas impositivas –como la salida del país- y a cambio de qué! La consulta misma estará en sus manos va desde la impresión de las papeletas hasta el ¡traslado y vigilancia de las urnas electorales! Y cuando hay movilizaciones, cierre de carreteras, toma de campos petroleros, son los Gualotuña, los Pillajo, los Cabascango, los Tixilimas, no los altos oficiales, los que van a enfrentarse a su gente, a agredir a los dirigentes, o a cualquiera que su jefe le ordena asestarle una sonora paliza. (El hecho reciente en el parque Galápagos es un botón de muestra). Quien a buen árbol se arrima… asegurada tiene su silla en Carondelet.

Y ¿en qué se ha convertido la policía? El pueblo siempre sale perdiendo. Los Pilatuña, los Guamán están cuidando hoy el congreso. Y ¡Oh suerte de los ahogados, de los que no son más que el pedazo de queso en medio del pan! deben enfrentarse indefensos – de acuerdo a ordenes superiores- a esa misma masa pagada por el gobierno.

Extensa es la noche del murciélago. Me basta decir que un año después de clausurar sus funciones la asamblea de entonces, Ecuador se sumergió en la peor crisis del siglo pasado. ¿De qué sirvió la nueva constitución? Sino hay un cambio de actores, de trama, sobre todo, volveremos a tropezar con la misma piedra. Gandi no utilizó iguales armas para conseguir la independencia de su país. A la vieja estructura del reino unido que subyugó a India durante siglos las derrotó con las armas de la inteligencia, con el ejemplo de la humildad; mas, no ofendamos aquí su memoria de hombre universal, guía espiritual, hermano mayor de los débiles, cuyas palabras y enseñanzas aún alumbran en los oscuros pasadizos de nuestros tiempos; y dejemos mejor que esos hombres grandes con espíritus enanos, los que insultan, vociferan y se enojan creyendo que con ellos empieza la razón y el mundo, se ahoguen en la vastedad de sus pequeñas ambiciones. Ya lo he dicho varias veces: las vanidades del poder son pasajeras. O sino, señor Correa, pregunte a Alarcón, a Borja, a León, a Noboa… ¿Qué luz alumbra de ellos en el horizonte para orientarnos, para recobrar energías repitiendo sus palabras e imitando sus obras?